martes, 26 de febrero de 2013

103 KAKEMONO

KAKEMONO

Los kakemonos (掛け物絵) son pinturas tradicionales que se pueden enrollar o desplegar verticalmente para colgarlas y que en la cultura japonesa equivalen a nuestros cuadros, Se diferencian de los cuadros occidentales por estar normalmente realizadas sobre seda o papel, y en lugar de un bastidor con un marco se colocan pegados a una montura que les hace de soporte, compuesto sobre todo en los antiguos, de brocados o un conjunto de papel, casi siempre de textura textil o vegetal, sobre el que se adhiere un capa de tejido, llevando el conjunto una barrita superior para armar al colgarlo y otra más gruesa y cilíndrica inferior que le hace estirar por su peso y permite enrollar en la misma. Es de advertir que estas barras inferiores son generalmente de madera, cuando se indica hueso, marfil, cerámica, u otros materiales estos ocupan muchas veces solamente los extremos visibles.

La ventaja de estas pinturas es que se enrollan pudiendo fácilmente lo mismo coleccionarlas que exponerlas. Es costumbre antigua en Japón el tener varias en cada casa que por su facilidad de quitar, enrollar y poner se rotaban periódicamente, lo que permitía ir disfrutando alternativamente de todos los que se poseyeran. Dadas las dimensiones de las monturas de esta piezas, sobre todo en altura, en occidente (y ahora también en Japón debido a los tamaños de los pisos modernos) suelen separarse de las mismas y enmarcarlas. Sin embargo dado su fácil almacenaje y el poco espacio que ocupan enrollados hay cada vez más un activo coleccionismo de estas bellas piezas.

viernes, 22 de febrero de 2013

102 SU EXCELENCIA (cuento)

SU EXCELENCIA (cuento)

Su Excelencia, el señor gobernador Musho Keishu, va de viaje; avanza al paso lento de sus porteadores hacia Kamakura, la gran capital shogunal. Confortablemente recostado en los cojines de seda, con las manos puestas sobre su redondo vientrecito, que se mueve amablemente al ritmo de su litera, el señor gobernador se adormila un poco y echa un sueño. Su guardia personal de nobles samurais va a su alrededor y le protege  Después, ordenadamente, le siguen los criados, los animales y el equipaje. El señor gobernador, con sonrisa beatifica en su rostro liso, muy dulcemente, se duerme.

En las colinas de Kamakura, en un lugar apacible desde el que se domina al mismo tiempo la ciudad y el mar, el maestro zen Unkei ha instalado su taller de estatuaria detrás de una moderna pagoda. Esculpe en madera budas de sonrisa eterna. Tambien recibe a gentes de toda condición que solicita de sus consejos. Unkei es un hombre exteriormente rudo, silencioso, pero nunca niega su ayuda a todo aquel que la demanda, y todos lo veneran. Esta mañana precisamente el joven monje que hace de portero se acerca con aire preocupado; trae religiosamente en la mano una carta de presentación maravillosamente adornada y decorada. En ella se lee

Su excelencia Musho Keishu
Gobernador de Kioto
Consejero personal del Shogun

"No tengo nada que decirle a este hombre", dice secamente Unkei, que deja la carta y sigue trabajando. El joven portero, desconcertado y asustado, regresa a anunciarle al criado de Su Excelencia la negativa del maestro. Temblando, espera cual será la reacción del alto personaje, que por el momento no ha salido de la litera.

"Monje, Su Excelencia te esta esperando¡"

El portero mas muerto que vivo, se presenta humildemente ante el señor gobernador, que esta confortablemente recostado en sus cojines de seda.

"¿Tu maestro no quiere recibirme?, -responde Su Excelencia mas asombrado que irritado-, ¿Te ha dado algún motivo?".

No, señor.

¿Ya sabe que podría mandar que le cierren el taller, encarcelarlo a él y a los suyos y empalar a sus criados?.

"¡Piedad Señor¡", exclama el joven novicio cayendo de rodillas.

Su Excelencia el Gobernador no es mal hombre. Medita un instante, mullidamente recostado en sus cojines de seda. A su alrededor, la guardia de samurais se ha puesto en tensión, algunos ya tienen en la mano la espada.

"Hum Hum, -dice el gobernador-, voy a probar una cosa". Tacha todos sus titulos, y no deja en la tarjeta mas que su nombre: Musho Keishu.

"Anda y llévale de nuevo a tu maestro mi tarjeta de visita".

Unkei esta lacando un buda de madera. Coge la tarjeta le tiende temblando.

"Recibire encantado a este hombre", responde

***
He arrojado esa cosa minúscula
que llaman "yo"
y me he convertido en el mundo inmenso
SOSEKI (sig XIX)




martes, 19 de febrero de 2013

101 EL PINCEL DE SHODO (FUDE)



Hoy me gustaría hablar un poco sobre uno de los instrumentos que usamos para la caligrafía, el pincel. Para mí, el más importante, ya que es una herramienta muy personal, muchas veces lo comparo con la pluma, ya que cada persona tiene una manera de escribir, usa una presión característica, y esto hace que el pincel se adapte a cada persona. Por eso es importante que cada uno use su propio pincel, y que no sea utilizado por otros.

Los pinceles los podemos encontrar de 2 maneras: con el pelo unido y endurecido (KATAME FUDE  固め筆 o MIZU FUDE 水筆)  o con el pelo separado (SABAKI FUDE 捌き筆, SANMOU HITSU 散毛筆  o SANTAKU HITSU 散卓筆).

TIPOS DE PINCELES:
§                RYUUYOU HITSU 柳葉筆: ” Pincel con forma de hoja de sauce “. Es el más común. Puede retener mucha tinta y es ideal para escribir líneas largas. La anchura de los trazos puede variar fácilmente con él.
§              JAKUTOU HITSU 雀頭筆: ” Pincel con forma de cabeza de gorrión “. Su pelo es corto y flexible. Es usado para escribir caracteres pequeños con líneas precisas y delicadas.
§             MENSOU HITSU 面相筆: ” Pincel para caras “. Se usa normalmente para trabajos con muchos detalles. Su pelo ( normalmente de marta o comadreja ) es poco denso, y el diámetro del pincel suele ser de 2-4 mm., y de largo 2-3 cm.
§       ENGI HITSU 延喜筆, SHINMAKI FUDE 芯巻筆 o MAKISHIN FUDE 巻心筆: “Pincel con sus pelos enrollados en su corazón “. El pelo es bastante flexible y muy fácil de girar sobre el papel. Este tipo de pincel se suele usar para el SOUGANA 草仮名 ( hiragana cursivo ).

El pincel consta de 2 partes: el JIKU o mango, que está hecho normalmente de madera, bambú, hueso, cuerno o arcilla. Y el HO o mechón, que es la parte más importante ya que es la que determina la calidad del pincel. El HO se divide en 5 partes:

1.                  1. INOCHIGE 命毛: ” Pelos de la vida “, punta.
2.                  2. HOKOSAKI 鋒先: ” Punto de hierro “, base superior.
3.                  3. NODO : ” Garganta “, cuello.
           4. HARA : “Vientre”, centro.
           5. KOSHI : ” Cadera “, base.

Partes del HO.

Como curiosidad, estos Inochi Ge, 2 ó 3 pelos más largos que el mechón, y que están en el centro, si se estropearan o rompieran, dejarían al pincel inservible, ya que son ellos los que dan precisión a las líneas, al ser puntiagudos y afilados.

Sobre su composición, el pelo del pincel es principalmente de animales. El tipo de pelo determina la suavidad y dulzura del trazo. Generalmente, los de pelo blanco provienen de la oveja y se utilizan para trazos suaves. Los de color marrón suelen ser de ciervo o caballo, con una textura normal-media. Y los de color negro, suelen ser de comadreja, mapache o caballo salvaje, con una textura mucho más rígida. Los pinceles hechos de pelo duro se denominan GOUMOU 剛毛, y los más flexibles se llaman JUUMOU 柔毛. Existen también unos pinceles llamados KENGOU 兼豪, que mezclan pelo de oveja por fuera y pelo más rígido en el interior, consiguiendo así, más elasticidad en la parte céntrica del pincel. Este tipo es muy recomendado para los iniciados en la caligrafía, por su fácil manejo.

Pero la variedad de pinceles es enorme. A veces se usan plumas y fibras vegetales para elaborarlos. Incluso hay costumbre por parte de algunos padres, de usar el pelo de sus recién nacidos para hacer pinceles, y así poder escribir deseos para ellos. Estos pinceles son muy apreciados por los calígrafos.

Su limpieza y cuidado son muy importantes. Antes de usar el pincel por primera vez, debemos lavarlo para quitarle el engrudo que los protege, y secarlos con cuidado, respetando el sentido del pelo. La capucha de plástico que normalmente cubre la punta del pincel, no volveremos a usarla una vez el pincel esté lavado, ya que si volvemos a tapar el pincel mientras está húmedo lo que conseguiremos es pudrir el pelo.

Para lavar el pincel, nunca debemos dejar que el agua caiga directamente sobre el pincel, ya que esto hará que se abra por el interior y forme cámaras de aire que abrirán el pincel durante su uso.

Dejaremos caer el agua sobre el mango y nos ayudaremos de la otra mano para limpiar el pelo del pincel. Siempre con agua fría o tibia. Una vez esté limpio, lo escurriremos de agua, afilando su punta, y lo colgaremos hacia abajo, para que los restos de tinta que puedan quedar no se acumulen en el centro o cuello del pincel.

viernes, 15 de febrero de 2013

100 CHI KUNG (KI KOO)


CHI KUNG (KI-KOO).

Chi Kung significa “trabajar con la energía” (Chi = energía Kung = trabajo), aunque hemos de alejarnos de falsas concepciones esotéricas y “mágicas” aplicaciones de esta energía. En China siendo parte de la Medicina Tradicional, es utilizado desde hace cientos de años como el arte del manejo de la energía física, psíquica y mental para restablecer la armonía, el bienestar y la salud. En la actualidad es una disciplina que utilizan miles de personas como forma de mantenerse sanos y activos y que forma parte de la terapia en diversos hospitales.

El Chi Kung (Ki koo en japonés) ha sido ampliamente practicado en Oriente en los campos de la Salud, las Artes Marciales y la Espiritualidad. Así lo encontramos integrado en la Medicina Moderna como terapia preventiva y de apoyo a tratamientos de diversas enfermedades, problemas psicológicos, etc.

Algunos de los beneficios generales que logra el practicante asiduo de Chi Kung son:

Mejora del rendimiento intelectual
Mejora de la práctica de meditación-visualización
Estimulación del desarrollo mental
Eliminación de deshechos tóxicos
Mejoramiento de la neurocomunicación
Fortalecimiento del sistema inmunitario
Desarrollo de la creatividad
Retraso del envejecimiento
Desarrollo de la vitalidad
Mejora de la sexualidad
Mejora de la transmisión y circulación del Chi (energía vital)

Los beneficios específicos del Chi Kung a corto plazo para las personas mayores son:

Una progresiva mejora del tono muscular y la circulación sanguínea.
Nutre las articulaciones y alivia los problemas de columna vertebral, osteoporosis, artrosis e hipertensión.
Aumenta la capacidad pulmonar, la memoria y la atención.
Calma la mente y proporciona un estado de bienestar emocional que hace mas llevaderas sus dolencias habituales

El principal objetivo es transmitir una nueva óptica de las posibilidades que cada uno tiene para tomar las riendas del mantenimiento de la propia salud y la mejora de la calidad de vida a través de sencillos ejercicios que puedan aprenderse, dando a conocer la opción de la practica del Chikung como alternativa a aquellas personas que no puedan realizar otro tipo de ejercicio.

martes, 12 de febrero de 2013

099 EMA y OMIKUJI


Tradiciones Japonesas

Dioses - Amuletos - Engi-mono (Ema y Omikuji)


Ema.

Los ema son unos tablones de madera donde la gente escribe sus deseos y que cuelgan en los templos. Tradicionalmente tienen un dibujo de un caballo (aunque a veces aparece otro animal) en uno de los lados, ya que la creencia general es que los dioses iban en caballos. Sin embargo, cada vez es más popular que aparezcan símbolos del templo en cuestión o hasta de la estación del año durante la que se venden. En ellos, la gran mayoría de gente pide buena salud, suerte en los negocios, en el amor, en los estudios, etc.

Omikuji

Los omikuji son pequeños papeles que adivinan el futuro y que se pueden comprar en la gran mayoría de templos japoneses. En un omikuji, uno puede leer varias predicciones que van desde daikichi (muy buena suerte o gran suerte) a daikyō (muy mala suerte), pasando por una gran variedad de estados intermedios: suerte media (chūkichi); pequeña suerte (shōkichi); suerte (kichi); media suerte (hankichi); casi suerte (suekichi); suerte casi pequeña (sueshōkichi); mala suerte (kyō); pequeña mala suerte (shōkyō); media mala suerte (hankyō)y casi mala suerte (suekyō). La creencia popular dice que si te toca un omikuji de mala suerte es recomendable atarlo en los árboles del templo, para que esa mala suerte se la lleven los dioses consigo.

jueves, 7 de febrero de 2013

098 KISARAGI

Kirasagi

Acabamos de entrar en Kisaragi, que es el nombre tradicional japonés para el mes de febrero.

Los caracteres kanji que componen su nombre significan “ponerse más ropa” , ya que es un mes muy frío en Japón.

En la actualidad, a principios del mes de febrero se celebra el Setsubun (cambio de estación de invierno a primavera). Se produjo el pasado 3 de febrero, siendo una fiesta equivalente (salvando las distancias) a nuestra Nochevieja, y en la que se celebran ritos para limpiar la maldad del año anterior y alejar a los demonios en el nuevo año.

Quizás la costumbre más popular sea Mamemaki, en la que un miembro de la familia se pone una máscara de Oni (demonio) y los demás le lanzan semillas de soja, gritándole: ¿Oni wa soto! Fuku wa uchi! (¡Fuera demonios! ¡que venga la fortuna!)

Pero para los que hacemos bonsái, el término tiene un particular interés.

Así, según el antiguo calendario lunar, Kisaragi se escribía con kanjis diferentes  , significando “el renacer de las plantas y los árboles”, y así fue usado hasta el período Heian. Kirasagi era, según dicho calendario, el segundo mes de invierno (enero, febrero y marzo), comenzando la primavera “lunar” en abril.

El despertar de nuestros árboles y plantas es un momento único en el año, fuente de fuertes vivencias sensibles – sentimiento de la vida que “renace” otro año y de nuestra comunión con otros seres vivos.

Además, es el momento en el que hay que estar vigilantes, cuidando el despertar ( o renacer) de nuestros bonsáis y preparar e iniciar los trabajos primaverales.

Sankaku.

martes, 5 de febrero de 2013

097 SANTUARIOS Y TEMPLOS


ARQUITECTURA JAPONESA
(santuarios y templos).

La arquitectura tradicional japonesa puede dividirse en tres categorías: santuarios, templos, y casas (aunque puede incluirse también castillos, teatros y escuelas). En cuanto a los santuarios, ha habido sitios sagrados desde tiempos inmemoriales. En Japón, así como en otras civilizaciones, el acto de adoración ha sido parte de la vida desde tiempos antiguos, y las primeras formas de arquitectura de santuario aparecieron al final del siglo VIII y principios del IX. Luego, cuando las influencias del budismo y el confucianismo empezaron a sentirse en Japón, los estilos arquitectónicos empezaron a cambiar.

La segunda categoría son los templos. Junto con la introducción del budismo en Japón a mitad del siglo VI, las técnicas de arquitectura de los templos fueron importadas de Asia. Comenzando con Asukadera en Nara, los templos fueron construidos en diferentes partes del país. En los años siguientes, las doctrinas y las creencias de las distintas sectas budistas influyeron en la construcción de sus templos, dando lugar a una más amplia variedad de estilos y formas estructurales.

SANTUARIOS

A diferencia de las religiones monoteístas, como el Cristianismo o el Islamismo, en Japón existe la creencia del “yaoyorozu-no-kami” (la existencia de ocho millones de dioses, que habitan en la naturaleza). Por tanto, en tiempos antiguos, se creía que las montañas, los grandes árboles y rocas eran dioses, y la gente les rezaba y dedicaba ritos allí donde se encontraban. Ese fue el origen de los santuarios.

Los primeros santuarios fueron diseñados en un estilo único que no incluía un edificio principal (honden), aunque tenía un sitio para la adoración del elemento natural en cuestión (haiden). El santuario de Omiwa en Nara es un ejemplo de este tipo, y todo el monte Miwa ubicado también en Nara es venerado como una deidad. En los siguientes siglos, se desarrolla una forma original de santuarios japoneses, en el cual se encontraba regularmente una edificación principal. Ejemplos representativos son el Gran Santuario de Sumiyoshi (prototipo del estilo sumiyoshi), son el Gran Santuario de Izumo (estilo taisha) y el Santuario de Ise (estilo shinmei).

En el siglo VI el budismo llegó a Japón y se convirtió en una significativa religión nacional. Incluso ya desde tiempos antiguos, Japón manifestó una admiración por las cosas nuevas y la adopción de ideas foráneas, las gráciles y onduladas curvas de los techos de los templos budistas fueron introducidas como parte de los santuarios.

Es más, la doctrina del “honji suijaku”, que sugiere que los dioses japoneses son manifestaciones temporales de los budas en este mundo, igualó los dioses Shinto con las deidades budistas y ayudó a contener la oposición hacia la repentina popularidad del budismo. Por tanto, los santuarios sintoístas empezaron a tomar las características del budismo. Los santuarios incluyeron elementos como corredores conectando edificios, puertas de dos niveles y pagodas, así como adquirieron mayor tamaño. Manteniendo sin embargo elementos unicos el shintoismo, como por ejemplo, los torii, o puertas que marcan la entrada a un lugar sagrado, o los caminos sando, que llevan en línea directa a los santuarios, los pares de komainu, los perros-leones que se apuestan como guardianes al ingreso del santuario, los grandes troncos llamados que se proyectan en forma de V, y los chigi, protuberancias en forma de cuerno ubicadas en el borde de los techos.

TEMPLOS

La historia de la arquitectura de templos japoneses comenzó con la expansión del budismo a inicios del siglo VII. Esta no tenía que ver sólo con aspectos de fe, sino también con influencias políticas, ya que el budismo favorecía una importante estructura jerárquica y centralizada, favorable a los intereses de los emperadores.

Hasta el inicio del periodo Edo (1603-1867), los clavos fueron raramente usados en templos japoneses. Mientras se adoptaban patrones arquitectónicos asiáticos, los japoneses incluyeron elementos autóctonos de su país, especialmente afectado por terremotos. Uno de ellos fue el kumimono, un soporte de vigas y pilares usado para soportar los aleros de los techos de las pagodas. Gracias a una compleja organización de gran bloque de soporte (daito 大斗) con un brazo de soporte (hijiki 肘木) insertado en él, el kumimono era capaz de soportar grandes techos, y ha soportado muy bien los embates del tiempo.

También, los estilos Gran Buda (daibutsuyo) y Zen (zenshuyo) desarrollaron grandes techos de gráciles curvas que eran soportados por grandes vigas y pilares. Tampoco debe pasarse por alto la belleza de los tallados de todos estos elementos estructurales.

Es más, la combinación de varios elementos arquitectónicos en un solo sitio es otra característica importante de los templos budistas, que también incluye pagodas, campanarios y grandes puertas de dos niveles.