Budô


KARATE NO UNDO (Movimientos del Karate)



Uno de los objetivos del Karate-do tradicional, nacido en Okinawa, ha sido desde sus inicios el mejoramiento y conservación de la salud de sus practicantes. En la escuela Goju-Ryu (“de lo duro y de lo suave”) su maestro fundador, Chojun Miyagi Sensei,  prestó una especial atención a este aspecto.



Siguiendo los principios de la Medicina Tradicional China, desarrolló un sistema básico de ejercicios y formas de hacer, que mejoraban físicamente a los practicantes, acondicionaban su cuerpo y prevenían lesiones.



Elementos como la  biomecánica corporal, el sistema energético, la respiración y el estado de la mente, son tenidos en cuenta.



En sus orígenes todas las escuelas de Karate, mantenían este tipo de entrenamiento totalmente relacionado con su practica combativa. En la actualidad casi todas lo han perdido y se aferran a ejercicios clásicos de calentamiento y musculación, menos adaptados a su actividad y pertenecientes a una visión occidental del ejercicio y la salud.


En otras disciplinas de combate orientales que han llegado a Occidente, ha ocurrido un fenómeno contrario, ha primado el aspecto relativo a la salud olvidando su raíz marcial, y por tanto las bases de la efectividad de muchos de sus movimientos, la disciplina en la practica y las reglas de etiqueta que fomentan una practica fluida, respetuosa  y efectiva.

Independientemente de sus beneficios generales, el Karate puede ser practicado desde distintos puntos de vista, que no se excluyen entre sí a menos que busquemos un especialización en alguno de ellos:

Puede ser practicado como un deporte, quizás su faceta mas conocida a la vez que la mas limitada en cuanto a sus beneficios. Puede ser practicado como una defensa personal moderna que tiene en cuenta tanto la autoprotección como el respeto por la vida ajena. Podemos practicarlo con una visión tradicional, llegando a niveles muy peligrosos y que precisan de una sólida formación moral y psicológica. Podemos considerarlo un “camino” (“Do”) de mejoramiento personal e incluso espiritual.

Pero todas las anteriores concepciones del Karate necesitan de la salud, de la longevidad…

Aquí presentamos esta parte del Karate, bastante desconocida y que puede ser practicada como actividad independiente o en relación con cualquier otro aspecto o aspectos del Karate, pues no llega a desconectarse de él. Esto implica que los movimientos y prácticas realizados, tiene siempre una posible aplicación deportiva, o de defensa e incluso de desarrollo personal, que puede ser desarrollada a voluntad del practicante, según sus cualidades físicas, edad, intereses, etc.

Si podemos extraer de la practica del Karate-do una forma de deporte y competición, o una forma de defensa personal, o un camino espiritual, ¿por qué no una forma de cuidar el cuerpo y la mente?.

Para la práctica solo es necesaria ropa deportiva, uniforme de cualquier arte marcial o ropa amplia. Se practica normalmente descalzo si no lo impide alguna razón mayor.

Esta forma de entrenar no es un sistema nuevo, siendo no solo compatible con la práctica normal del Goju-Ryu Karate-do, sino que es parte de él.


KARATE-DO
Shin-Gi-Tai

Shin-Gi-Tai son los tres aspectos que conforman el camino del Karate, un camino sin fin, pues hay que recorrerlo sin objetivo, sin espíritu de provecho (mushotoku), pues lo importancia no está en llegar a la meta, sino en disfrutar del camino.

Los tres aspectos siempre van unidos, aunque según la época de nuestra vida o el nivel de nuestra práctica unos pueden predominar sobre otros. Todo es impermanente e insustancial, nada dura eternamente y nada es por sí mismo, por lo que dedicarse a solo uno de estos aspectos es tan insensato como querer parar el tiempo, es negar el dinamismo constante de nuestra existencia.

Tai, el cuerpo, la actitud corporal, es nuestra base física, imprescindible para la realización de la técnica (gi) y fundamental para la existencia de la mente (shin) y de la no mente (mushin), pues como suele decirse, aún para que un campo esté vacío es necesario que exista un campo. Nuestra juventud es la etapa de máximo desarrollo de este aspecto y hay que potenciarlo de manera especial. En el caso de acceder al Karate-do en una edad mas madura, será imprescindible acondicionar el cuerpo hacia el nuevo nivel de exigencias. También a ser uno con él y conocer sus límites, pues el aspecto tai no solo se refiere al desarrollo de las cualidades físicas, a la actitud corporal, sino también al cuidado de la salud.

Aunque cuando somos jóvenes nos puede parecer increíble, o simplemente no pensamos en ello, todas nuestras cualidades físicas irán mermando con la edad, entonces nuestra práctica deberá haber llegado a una madurez técnica que supla las deficiencias físicas que se vayan produciendo. La técnica necesita del cuerpo pero también del estado mental, del conocimiento y de la experiencia acumulada.

El aspecto shin es el que necesita de un mayor esfuerzo, pues precisa de la comprensión y la experiencia suficiente como para transformar nuestra mentalidad y potenciar nuestra energía interior (ki). Nuestro cuerpo físico irá perdiendo cualidades y esto tendrá una influencia negativa sobre la técnica, pero a estas alturas el practicante sincero habrá obtenido el fruto mas sutil de la practica, una mente calmada, una visión clara de las cosas, un espíritu superior, tranquilo y majestuoso como una nube (yûyû kumo no gotoshi). ¿Quién no desearía finalizar así sus días?

AAS


ARTES MARCIALES (El Dojo)
El DOJO no es un gimnasio

- A un gimnasio se va a hacer ejercicio físico, a un dojo se va a formar un carácter y un espíritu.
- En un gimnasio se busca mantener la salud del cuerpo y la mente, en un dojo la del espíritu en un cuerpo sano.
- A un gimnasio se va a disfrutar de las instalaciones limpias que nos brindan los dueños, en un dojo uno hace la limpieza como símbolo de humildad.
- En un gimnasio se llevan ropas y atuendos de diseñador, en un dojo se va a entrenar con el corazón.
- Un gimnasio es para todo el que pueda pagarlo, un dojo es para quien lo merece con su esfuerzo.
- En un gimnasio se cobra por su uso, en un dojo se paga para su mantenimiento.
- En un gimnasio se practica deporte, en un dojo arte.
- En un gimnasio se fomenta la competencia, en un dojo se fomenta derrotar al ego, a la arrogancia y a la vanidad.
- Un gimnasio es un momento en la vida, un dojo es la vida en un momento.
- En un gimnasio se enseña a ganar, en un dojo a no perder.
- Un gimnasio es hedonismo, un dojo disciplina.
- Un gimnasio puede estar en nuestros recuerdos, un dojo es para siempre.
- Un dojo es un lugar donde se aprende una vía espiritual.

Usa el nombre con dignidad y seriedad.

AAS (variación de un texto de Fausto Antonio García Franco)




KARATE-DO TRADICIONAL
(una sencilla descripción)

El Karate-do, no es un deporte, es un sistema de defensa personal creado en la isla de Okinawa (Japón) basado en la transmisión hasta el presente, de la experiencia y conocimientos de maestros expertos no solo en las técnicas de lucha, sino también en las del mantenimiento de la salud, el fortalecimiento del cuerpo y su armonización con la mente.

Al menos en nuestra sociedad actual, tener un enfrentamiento físico, puede ser mas o menos probable, pero nuestra salud debe ser conservada toda la vida.

La practica del Karate-do, observando los principios de la Medicina Oriental, respeta las capacidades de cada cual, según su estado físico, edad y sexo, conservándolas o mejorándolas según el caso. Paralelamente se aprende un sistema muy completo de defensa personal, pero además se considera que es importante transmitir a sus practicantes, y especialmente siendo niños, valores como la auto superación, el valor del esfuerzo, el compañerismo, el respeto y la humildad.

¿Cómo se consiguen estos ambiciosos objetivos? A través de la correcta postura, la correcta respiración, la correcta concentración y el correcto comportamiento.

Una sesión de Karate-do tradicional se desarrolla normalmente de la siguiente manera:

Primero unos instantes de meditación, de desconexión con el exterior, de concentración de nuestra mente dispersa y del restablecimiento de la respiración adecuada.

A continuación unos ejercicios de acondicionamiento nos preparan para que nuestras articulaciones, músculos y tendones funcionen correctamente y nuestra postura sea la adecuada. También para que nuestros sistemas nervioso, circulatorio y energético aumenten sus niveles de disponibilidad.

Seguimos con la práctica de la técnica. El aprendizaje y la repetición, en solitario o por compañeros, ejercitan nuestra mente y nuestro cuerpo y nos dan las bases para solventar diferentes situaciones de manera espontánea según las posibilidades de cada cual.

Al final, la vuelta a la calma a través de estiramientos e incluso la aplicación de presiones sobre puntos acupunturales, devuelve nuestros sistemas a la normalidad y desbloquea nuestro cuerpo.

Durante toda la sesión el sensei (maestro) cuida de la correcta posición de los alumnos y del correcto aprendizaje de las técnicas. Los alumnos mantendrán la concentración justa y la respiración adecuada, así como un comportamiento educado y respetuoso según las reglas de etiqueta del Karate-do.

El Karate tradicional no es un sistema hecho para ganar, sino para no perder, no para atacar, sino para defender, no para matar sino para vivir. Es una forma de vida que busca nuestra verdadera esencia en el trabajo constante, no en éxitos puntuales y pasajeros, y nos transforma en personas seguras, positivas y respetuosas.  El karate así entendido es una actividad que nos acompañará toda nuestra vida.

AAS



SHUGYO

Es difícil establecer una definición precisa de este término. Su significado varía según sea utilizado en vías espirituales como el budismo Shugendo o Zen, o en la Vía de las Artes Marciales (Budô), aunque una traducción general podría ser “entrenamiento austero”.

Shugyo tiene una parte espiritual y material a la vez, de hecho uno de sus fines es la comprensión íntima y personal de que el cuerpo y la técnica están indisolublemente ligados al espíritu. Es una búsqueda de conocimiento a la vez que un entrenamiento físico, que nos lleva un poco más allá de la práctica cotidiana y del autoconocimiento, más allá del enfrentamiento con un adversario.

El entrenamiento Shugyo, tradicionalmente se sumerge en el medio natural y utiliza sus elementos como recursos para una práctica más exigente tanto del cuerpo como de la mente. Podemos recordar a Miyagi sensei practicando Sanchin kata zarandeado por las olas en una playa de Okinawa, a Funakoshi sensei soportando un tifón tropical o a Yamaguchi sensei bajo las cascadas de aguas heladas del monte Kurama. Existe una interdependencia entre nuestro espíritu y las fuerzas naturales con sus lugares sagrados. El perder esta noción es desligar nuestro pobre ego del fluir natural de la vida, es ignorar nuestra conciencia universal y desvincularnos de la totalidad de la existencia.

Salvo en ocasiones excepcionales podremos emplearnos en una práctica tan exigente, que puede ser desde una simple ceremonia de purificación (misogi) o un entrenamiento de varios días en la naturaleza, hasta una práctica que dure años, como la “práctica de los mil días” a la que se someten los monjes del Shugendo. Es por ello que en Karate-do podemos utilizar el término Shugyo para definir su estudio serio y sincero en lo físico y lo mental, incluyendo tanto el cuerpo como la técnica, tanto el espíritu como el intelecto.

Practicar Karate-do como una actividad social o física, como un hobby o para lograr diplomas, es no haber entendido aún el término shugyo, o haberlo rechazado. Aunque esto no quiere decir dicha práctica no tenga valor.

Shugyo puede verse como una oportunidad de poner un mayor empeño en concentrar todo nuestro potencial de una manera positiva en la práctica del Karate-do, superando a nuestros enemigos: la duda, la fatiga, la derrota, el desánimo, la inconstancia, el miedo o el orgullo. Si logramos esta actitud en nuestra práctica también es posible trasladarla a todos los actos de nuestra vida, y quizás nos hará ver que hacemos demasiadas cosas que solo hacen que nuestra energía se disperse y que eliminándolas podremos empeñarnos  en algo mas importante en nuestras vidas.

AAS



Sumo




El Sumo 相撲 e es un deporte donde dos luchadores o rikishi se enfrentan en un área circular. El deporte es de origen japonés y mantiene gran parte de la tradición antigua. Los japoneses consideran al sumo un gendai budō - un arte marcial japonés moderno.


Las reglas del deporte son simples: El primer luchador en tocar el suelo con alguna parte de su cuerpo a excepción de sus pies queda eliminado. El primer luchador en hacer contacto con el exterior del círculo de lucha (ya sea con sus pies o cualquier otra parte de su cuerpo) queda eliminado. Un luchador que utiliza una técnica ilegal o kinjite queda eliminado. Si un luchador pierde el mawashi (única vestimenta utilizada durante un combate de sumo) queda eliminado.

Los encuentros de sumo suelen durar pocos segundos ya que uno de los luchadores suele ser empujado inmediatamente fuera del círculo. Cada encuentro es precedido por un ritual ceremonial elaborado. Los deportistas que practican sumo son reconocidos por su gran tamaño, ya que la masa corporal es un factor decisivo en el sumo.

Los rings de sumo son conocidos como dohyō. El dohyō está hecho de arcilla con arena esparcida sobre su superficie. Mide entre 34 y 60 cm de altura. El círculo es de aproximadamente 4,55 m de diámetro y está delimitado por una gran soga de arroz llamada tawara, que es enterrada en la arcilla. En el centro se encuentran dibujadas dos líneas, las shikiri-sen, donde los rikishi deben posicionarse antes de comenzar el enfrentamiento.

El Sumo tiene una historia de más de mil años. Tiene cierta similitud con el boxeo y luchas, y un deporte semejante al sumo es practicado en la Unión Soviética y en Corea del Norte y del Sur. Asimismo, se pueden encontrar referencias de este deporte en registros históricos de India y China al igual que se pueden observar frescos de sumo en antiguos murales griegos. La historia antigua también nos cuenta que el vencedor en competencias deportivas semejantes al sumo recibía el mayor premio durante el festival de las Olimpiadas. Por lo tanto, se puede decir que el sumo era practicado alrededor de todo el mundo en la antigüedad, sin importar las diferencias entre Oriente y Occidente. La primera referencia a sumo en la historia japonesa es su uso en épocas mitológicas en un duelo. La historia de sumo realmente empieza en el siglo VIII al ser practicado para el Emperador en banquetes. Desde ahí en adelante, el sumo se convirtió en una de las funciones regulares organizadas para los banquetes de la corte cada año y esta tradición continuó por más de 400 años. Estos combates no se llevaban a cabo en un dohyo sino en una plaza en frente del Shishin-den (sala del trono imperial). Con el desarrollo del feudalismo después del siglo X y el dominio de la clase guerrera, el sumo empezó a practicarse como una técnica de lucha entre los guerreros (1192-1580). De ahí, el estilo de guerra cambió, dependiendo más en acciones por grupos que por individuos, y el sumo pasó de las manos de los guerreros a manos de la gente común entre las cuales aparecieron luchadores profesionales de sumo. Durante la era de Tokugawa desde 1603 a 1867 los luchadores profesionales de sumo fueron respaldados por los señores feudales. Con el colapso del feudalismo a fines de la era Tokugawa empezaron a ganarse la vida con el respaldo de la gente del pueblo. Unidos estrechamente a altares de adoración y templos, los combates eran llevados a cabo para obtener dinero para su construcción y reparación. Esta forma de sumo era conocida como Kanjin Sumo, que más tarde se desarrolló en la actual Asociación de Sumo de Japón de luchadores de sumo profesionales. La Asociación de Sumo de Japón ha preservado sus vínculos con esta larga tradición histórica, dos manifestaciones visibles las cuales pueden apreciarse en el shinden (un templo que alberga un dios en un altar Shinto), forma del techo que cuelga sobre el ring, y que puede apreciarse también en la ropa usada por el árbitro, simbolizando un guerrero japonés del pasado en vestimentas de cazador.




NIHON-TÔ

El sable japonés

Entre mas de novecientos mil sables célebres que se conservan en Japón y que son considerados tesoros nacionales, el mas importante es el llamado Ama-No-Murakumo-Tsurugi (“precioso sable celestial hecho de nubes”), que se remonta a los episodios míticos de la creación del Japón, cuando Susano-wo, hijo de Izagani, el padre de los dioses, lo encontró en las entrañas de un dragón.  Este sable es custodiado en el templo de Ise, como uno de los tres objetos sagrados del Shinto (junto a tama, la joya y kegami, el espejo).

El sable japonés, nihon-tô, tiene una dimensión a la vez sagrada y simbólica. Preside los mas importantes rituales y ceremonias, y tiene una profunda simbología espiritual.

El sable o katana, es la representación de uno mismo, incluida nuestra propia alma. La empuñadura o tsuka, es la cabeza, el razonamiento, el control. La funda, saya, es el cuerpo físico que cobija el espíritu. El filo del sable, shinogi, es el alma. Por lo tanto es la parte mas sagrada de una katana, y por ello no puede ser tocado nunca con las manos, incluso al admirarlo no se debe respirar, para no mancillarlo con nuestro aliento.

En efecto, la katana tiene su propia alma. Cada una es única, al maestro forjador (kaji) le sería imposible crear dos idénticas. Desde la obtención de la materia prima, hasta el final de la forja y el pulido, hay un ambiente de profundo compromiso espiritual con el trabajo de creación. Finalmente el sable es consagrado en un templo shinto, donde se le enrolla el cordón sagrado (shime-nawa), como una ceremonia de nacimiento de su propia alma, en cuyos atributos ha influido el kaji.

En el periodo Kamakura, las obras de dos de los mas renombrados maestros forjadores, Masamune y su alumno Muramasa, se decía que eran reconocibles al colocarlas en la corriente de un río. El filo de Masamune, hombre calmado y de gran virtud, hacía que las hojas que bajaban por la corriente se apartaran de él. Muramasa era un hombre con tendencias mas violentas y las hojas siempre eran cortadas por su filo. Las katana de Masamune aportaban a sus dueños templanza en el combate y pensamientos puros. Las de Muramasa los avocaban hacia la violencia y la muerte.

La influencia en la conexión espiritual del sable con su dueño es recíproca. Decía el gran maestro de sable Shimada Toranosuke (1814-1852) “El sable es el espíritu, si tu espíritu no es correcto, tu sable no será correcto, si quieres aprender el camino del sable, primero deberás aprender su espíritu”.

Actualmente, la katana sigue siendo un arma, y por ello debe manejarse con sumo cuidado. No es utilizada ya para matar, pero nos exige un comportamiento correcto. Su filo (alma) es utilizado para cortar la falsa distinción entre la vida y la muerte, para destruir el ego, para abrir la mente al no-pensamiento (mushin) y encontrar las respuestas a las eternas preguntas del hombre.

AAS




SUIBOKUGA

Decía el maestro Miyagi, que el golpe directo (tsuki), una de las técnicas fundamentales del Karate, era como trazar una línea con un pincel. En efecto, en una sola línea ejecutada por un maestro del pincel pueden expresarse infinidad de matices y sensaciones, convirtiéndose en el espíritu de una espada o de una rama. De la misma forma un golpe aparentemente sencillo y directo, tiene en su interior tantas sutilezas que le permiten transformarse según las circunstancias.

En la realización de ambos caminos (dô) el artístico (bun) y el marcial (bu), el elemento común es mantener en un cuerpo fluido una mente inmóvil. Una estrecha e inmediata relación, como el reflejo de la Luna en el agua, se establece entre la mente imperturbable que capta la esencia de las cosas, y el cuerpo, la espada o el pincel.

La pintura realizada a la aguada de tinta, llegó a Japón desde China, en el periodo Kamakura, de la mano del budismo Zen, y fue desde el principio un medio de expresión ideal tanto para el monje como para el guerrero comprometidos con su realización.

Este arte de aspecto y medios sencillos, consigue expresar de manera directa e inmediata, en el “momento presente”, la verdadera esencia del tema representado, trascendiendo su aspecto exterior que no es mas que una apariencia transitoria.

Suibokuga exige no solo técnica,  sino también una atención refinada por una mente calmada, que permita expresarse sin interferencias y con plena confianza en el acto que se va a realizar (jiriki). Al igual que en un golpe definitivo no hay lugar para el error. Vida o muerte en una pincelada.

AAS




KARATE-DO:
Algunas consideraciones sobre sus orígenes

El gran auge que en nuestro país tuvo el Karate durante los años setenta, dio lugar a la publicación de muchas obras sobre el tema. La mayoría de ellas de autores extranjeros que en algunos casos posiblemente aportaron poco mas que su nombre a los contenidos. De aquella época aún conservo con cariño mis primeros libros sobre Karate, que son ya casi reliquias, y que comparados con las excelentes publicaciones actuales nos parecen ingenuos intentos de explicar este arte que nos era prácticamente desconocido. Pero incluso ahora, al releerlos se pueden encontrar indicaciones y explicaciones de indiscutible interés, como ocurre por ejemplo, en los textos del desaparecido maestro R. Thomas.

Invariablemente aparecía en casi todos ellos, a modo de introducción, una escueta historia, o mas bien “historieta”, sobre el origen del Karate, sin duda elaborada a partir de los casi inexistentes datos de que se disponía por entonces sobre la historia del reino de Ryukyu. Quizás de esta época, y de estas “introducciones históricas”, quedó como sustrato la simplista explicación que frecuentemente aún se da sobre el origen del Karate en Okinawa, y que suele ser utilizada como para salir del paso cuando se nos plantea esta cuestión. En ella se argumenta que el origen del Karate está ligado a dos hechos fundamentales en la historia del reino de Ryukyu: Las prohibiciones de utilización de armas y la ocupación del clan Satsuma.

En relación a los hechos anteriores, tampoco es inusual, el que se atribuya la formación del Karate, al menos en sus más antiguos antecedentes, al pueblo llano, compuesto fundamentalmente por marinos, pescadores y agricultores.

En esta breve revisión histórica analizaremos estas afirmaciones, que aún no siendo totalmente falsas, necesitan de una visión mas matizada y acorde con la realidad histórica.

A principios del siglo XV el rey Sho Hashi unifica los tres reinos en que estaba dividida Okinawa, creando la Primera Dinastía Sho del reino de Ryukyu. Este reino de carácter feudal mantenía un delicado e inestable equilibrio de fuerzas entre los diversos jefes locales (aji) que al romperse provocaría los desórdenes políticos que dieron lugar en 1469, a la toma del poder por parte de Sho En, iniciador de la Segunda Dinastía Sho de Ryukyu.

La primera orden de prohibición de armas fue dictada por su hijo, el rey Sho Shin en 1490, como una de las medidas que tomó encaminadas a mantener un sólido gobierno. Se almacenaron las armas recogidas a la población y sobre todo a los aji, siendo el desarme de estos últimos el principal objetivo de esta medida. A estos jefes locales se les obligó además a residir en Shuri, la nueva capital. El ejército del reino era así la única fuerza militar armada efectiva en la isla, manteniéndose para el control de revueltas internas propiciadas por los aji y para la protección de las islas del archipiélago contra los waku, piratas provenientes del sur de Japón.

Tal como apunta K. Tokitsu es erróneo atribuir el nacimiento del Karate a una revuelta popular contra el poder de Sho Shin, ya que las actuaciones de este rey no hicieron mas que dar estabilidad a la vida cotidiana, no teniendo una gran repercusión entre el pueblo llano.

La conexión de esta prohibición con el desarrollo de la lucha sin armas no está pues en una necesidad de autodefensa ante un supuestamente opresivo gobierno de Ryukyu, ni a una supuesta ocupación militar china que, de nuevo refiriéndome a los viejos libros, era frecuentemente citada de manera errónea, pues Okinawa tenía una relación formal de vasallaje con China desde 1372, que fue buscada por los mismos gobernantes debido a los beneficios que esta suponía para el desarrollo del comercio, la técnica y la cultura en la isla, además protegía al pequeño reino, al menos políticamente, ante otras potencias. Esta situación de estado tributario nunca supuso una ocupación militar significativa.

Parece que hay acuerdo en que entre los miembros de la nobleza y la corte de Ryukyu, se incrementó el interés por la lucha sin armas, ante la falta de ellas, intensificando su practica en secreto. En la tradición militar china, la lucha a manos desnudas estaba encaminada al aprendizaje más eficaz de las armas, por lo que es normal que estos sistemas se independizaran y se desarrollaran cuando la necesidad o la posibilidad del enfrentamiento armado fue menor, pasando del ámbito guerrero al de la defensa personal. Y decimos que esta practica se intensificó porque ya antes se realizaba entre los nobles, altos funcionarios y militares, que fueron los únicos que tuvieron acceso a los conocimientos tanto autóctonos como chinos de la lucha sin armas.

Estos conocimientos fueron adquiridos, salvo excepciones, a través de dos canales fundamentales que se mantuvieron e intensificaron en el tiempo:

El primero lo constituían los chinos establecidos desde 1392 en Kume, junto a la ciudad de Naha. Esta era una comunidad cerrada al exterior, compuesta por personas muy especializadas, que fueron enviadas desde el sur de China a Ryukyu con el objeto de elevar el nivel técnico en aspectos como la navegación, la agricultura, la administración, etc.

Dentro de ella se regían por sus propias costumbres y creencias. Solo los funcionarios del reino y la nobleza pudieron tener acceso a ella y conseguir la oportunidad de poder aprender técnicas de lucha en su seno.

El otro canal de entrada de sistemas de lucha china fue el de los funcionarios que eran enviados en misiones diplomáticas a China llegando incluso hasta la corte de Pekín y que en el dilatado tiempo de su viaje pudieron ser eventualmente instruidos.

Esta practica era conocida como bushin te o simplemente te.

Según K.Tokitsu no hay trazas, hasta la fecha de la existencia de un arte de combate particular en los siglos XV y XVI entre los campesinos, lo cual no descarta que existieran formas rudimentarias de defensa, muy alejadas de los sofisticados métodos chinos, o por parte de agricultores y pescadores se desarrollaran sistemas de autodefensa incorporando sus herramientas de trabajo (ryukyu kobudo) como apunta el maestro Higaonna.

En 1609 el clan Satsuma invade Ryukyu, la nobleza y por supuesto el pueblo llano, poseían pocas armas. Los japoneses además de un mayor y mejor equipado ejército, disponían de fusiles, lo que hizo que el castillo de Shuri fuese tomado en cuestión de un par de semanas. El clan Satsuma de Kyushu, pretendía utilizar el reino de Ryukyu como plataforma para un comercio indirecto con China, ya que este estaba prohibido por el gobierno central. Para ello tuvieron especial cuidado de mantener una sensación de que no se había producido ningún cambio político en Okinawa, manteniendo el status de reino vasallo de China, y leyes como la prohibición de la tenencia de armas, lo que respondía mas a mantener la legalidad vigente que a un peligro real de revueltas. Así pues, tras la ocupación militar del clan Satsuma, poco había cambiado la situación legal sobre las armas, pero se había anulado prácticamente el ejército real y eran mas escasas aún las armas que había en manos de los nativos.

Otras causas fueron las que propiciaron el desarrollo y difusión de la lucha sin armas. Entre ellas es destacable la perdida de privilegios de muchos estamentos de la nobleza y del funcionariado de Ryukyu, lo que hizo por un lado que los conocimientos de la lucha sin armas se convirtieran en una marca de su origen noble a pesar de tener que dedicarse a labores como la agricultura, la pesca, el artesanado o el comercio para subsistir, y que estos conocimientos pudieran empezar a difundirse entre el pueblo llano de las aldeas donde residían las familias de esta aristocracia venida a menos. Esto también dio un impulso a las “armas” del Kobudo como única posibilidad de vencer en fortuitos encuentros con los samuráis ocupantes.

Han llegado a nosotros algunos relatos teñidos de leyenda sobre combates individuales, cuyos protagonistas eran expertos luchadores nativos. Estos encuentros singulares debieron ser el caso más habitual, reforzando el carácter de defensa personal que tuvo el Karate desde sus orígenes. A pesar de que podía preparar en muchos aspectos a sus adeptos para la guerra, no nacería con una vocación guerrera.

Es una lastima que a través de un conocimiento algo mas profundo y completo de la Historia se diluyan románticas imágenes de batallas desiguales entre samuráis y expertos combatientes okinawenses luchando por su libertad, pero de esta forma podremos fundamentar de manera mas sólida la comprensión de nuestra práctica.

AAS




CHI KUNG (KI-KOO)

Chi Kung significa “trabajar con la energía” (Chi = energía Kung = trabajo), aunque hemos de alejarnos de falsas concepciones esotéricas y “mágicas” aplicaciones de esta energía. En China siendo parte de la Medicina Tradicional, es utilizado desde hace cientos de años como el arte del manejo de la energía física, psíquica y mental para restablecer la armonía, el bienestar y la salud. En la actualidad es una disciplina que utilizan miles de personas como forma de mantenerse sanos y activos y que forma parte de la terapia en diversos hospitales.

El Chi Kung (Ki koo en japonés) ha sido ampliamente practicado en Oriente en los campos de la Salud, las Artes Marciales y la Espiritualidad. Así lo encontramos integrado en la Medicina Moderna como terapia preventiva y de apoyo a tratamientos de diversas enfermedades, problemas psicológicos, etc.

Algunos de los beneficios generales que logra el practicante asiduo de Chi Kung son:

Mejora del rendimiento intelectual
Mejora de la práctica de meditación-visualización
Estimulación del desarrollo mental
Eliminación de deshechos tóxicos
Mejoramiento de la neurocomunicación
Fortalecimiento del sistema inmunitario
Desarrollo de la creatividad
Retraso del envejecimiento
Desarrollo de la vitalidad
Mejora de la sexualidad
Mejora de la transmisión y circulación del Chi (energía vital)

Los beneficios específicos del Chi Kung a corto plazo para las personas mayores son:

Una progresiva mejora del tono muscular y la circulación sanguínea.
Nutre las articulaciones y alivia los problemas de columna vertebral, osteoporosis, artrosis e hipertensión.
Aumenta la capacidad pulmonar, la memoria y la atención.
Calma la mente y proporciona un estado de bienestar emocional que hace mas llevaderas sus dolencias habituales

El principal objetivo es transmitir una nueva óptica de las posibilidades que cada uno tiene para tomar las riendas del mantenimiento de la propia salud y la mejora de la calidad de vida a través de sencillos ejercicios que puedan aprenderse, dando a conocer la opción de la practica del Chikung como alternativa a aquellas personas que no puedan realizar otro tipo de ejercicio.