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martes, 5 de febrero de 2013

097 SANTUARIOS Y TEMPLOS


ARQUITECTURA JAPONESA
(santuarios y templos).

La arquitectura tradicional japonesa puede dividirse en tres categorías: santuarios, templos, y casas (aunque puede incluirse también castillos, teatros y escuelas). En cuanto a los santuarios, ha habido sitios sagrados desde tiempos inmemoriales. En Japón, así como en otras civilizaciones, el acto de adoración ha sido parte de la vida desde tiempos antiguos, y las primeras formas de arquitectura de santuario aparecieron al final del siglo VIII y principios del IX. Luego, cuando las influencias del budismo y el confucianismo empezaron a sentirse en Japón, los estilos arquitectónicos empezaron a cambiar.

La segunda categoría son los templos. Junto con la introducción del budismo en Japón a mitad del siglo VI, las técnicas de arquitectura de los templos fueron importadas de Asia. Comenzando con Asukadera en Nara, los templos fueron construidos en diferentes partes del país. En los años siguientes, las doctrinas y las creencias de las distintas sectas budistas influyeron en la construcción de sus templos, dando lugar a una más amplia variedad de estilos y formas estructurales.

SANTUARIOS

A diferencia de las religiones monoteístas, como el Cristianismo o el Islamismo, en Japón existe la creencia del “yaoyorozu-no-kami” (la existencia de ocho millones de dioses, que habitan en la naturaleza). Por tanto, en tiempos antiguos, se creía que las montañas, los grandes árboles y rocas eran dioses, y la gente les rezaba y dedicaba ritos allí donde se encontraban. Ese fue el origen de los santuarios.

Los primeros santuarios fueron diseñados en un estilo único que no incluía un edificio principal (honden), aunque tenía un sitio para la adoración del elemento natural en cuestión (haiden). El santuario de Omiwa en Nara es un ejemplo de este tipo, y todo el monte Miwa ubicado también en Nara es venerado como una deidad. En los siguientes siglos, se desarrolla una forma original de santuarios japoneses, en el cual se encontraba regularmente una edificación principal. Ejemplos representativos son el Gran Santuario de Sumiyoshi (prototipo del estilo sumiyoshi), son el Gran Santuario de Izumo (estilo taisha) y el Santuario de Ise (estilo shinmei).

En el siglo VI el budismo llegó a Japón y se convirtió en una significativa religión nacional. Incluso ya desde tiempos antiguos, Japón manifestó una admiración por las cosas nuevas y la adopción de ideas foráneas, las gráciles y onduladas curvas de los techos de los templos budistas fueron introducidas como parte de los santuarios.

Es más, la doctrina del “honji suijaku”, que sugiere que los dioses japoneses son manifestaciones temporales de los budas en este mundo, igualó los dioses Shinto con las deidades budistas y ayudó a contener la oposición hacia la repentina popularidad del budismo. Por tanto, los santuarios sintoístas empezaron a tomar las características del budismo. Los santuarios incluyeron elementos como corredores conectando edificios, puertas de dos niveles y pagodas, así como adquirieron mayor tamaño. Manteniendo sin embargo elementos unicos el shintoismo, como por ejemplo, los torii, o puertas que marcan la entrada a un lugar sagrado, o los caminos sando, que llevan en línea directa a los santuarios, los pares de komainu, los perros-leones que se apuestan como guardianes al ingreso del santuario, los grandes troncos llamados que se proyectan en forma de V, y los chigi, protuberancias en forma de cuerno ubicadas en el borde de los techos.

TEMPLOS

La historia de la arquitectura de templos japoneses comenzó con la expansión del budismo a inicios del siglo VII. Esta no tenía que ver sólo con aspectos de fe, sino también con influencias políticas, ya que el budismo favorecía una importante estructura jerárquica y centralizada, favorable a los intereses de los emperadores.

Hasta el inicio del periodo Edo (1603-1867), los clavos fueron raramente usados en templos japoneses. Mientras se adoptaban patrones arquitectónicos asiáticos, los japoneses incluyeron elementos autóctonos de su país, especialmente afectado por terremotos. Uno de ellos fue el kumimono, un soporte de vigas y pilares usado para soportar los aleros de los techos de las pagodas. Gracias a una compleja organización de gran bloque de soporte (daito 大斗) con un brazo de soporte (hijiki 肘木) insertado en él, el kumimono era capaz de soportar grandes techos, y ha soportado muy bien los embates del tiempo.

También, los estilos Gran Buda (daibutsuyo) y Zen (zenshuyo) desarrollaron grandes techos de gráciles curvas que eran soportados por grandes vigas y pilares. Tampoco debe pasarse por alto la belleza de los tallados de todos estos elementos estructurales.

Es más, la combinación de varios elementos arquitectónicos en un solo sitio es otra característica importante de los templos budistas, que también incluye pagodas, campanarios y grandes puertas de dos niveles.

martes, 25 de septiembre de 2012

064 ARQUITECTURA TRADICIONAL


ARQUITECTURA TRADICIONAL

La arquitectura tradicional de la vivienda de Japón debe sin duda ser considerada como la respuesta al entorno natural. El Japón tradicional era ante todo una sociedad agrícola centrada en las actividades relacionadas con el cultivo del arroz. Un sentido de cooperación, en vez de enfrentamiento, se desarrollo entre los japoneses y su entorno natural. En lugar de resistencia y defensa, el estado de animo fundamental era de acomodo y adaptación. Esta misma actitud hacia el entorno natural caracterizaba a la arquitectura tradicional que se adapto a las condiciones climáticas y geográficas.

El clima japonés se caracteriza por veranos calurosos y húmedos e inviernos fríos y secos, y en consecuencia la vivienda ha evolucionado buscando hacer los veranos más soportables. La casa japonesa tradicional esta ligeramente levantada del suelo y con el interior despejado para permitir que corriera el aire sin restricciones entorno y por debajo de la zona habitable. El solo y la frecuente lluvia se asociaban al calor y a la humedad del verano, haciendo necesaria una estructura en la techumbre con salientes largos y bajos para proteger el interior.

El desarrollo de los espacios individuales en el interior de la vivienda fue un proceso gradual consistente en dividir el espacio libre en espacios más pequeños y acordes con las necesidades humanas. Las estancias individuales fueron separadas mas tarde por shoji y fusuma (puertas correderas) que podían ser retiradas para conseguir un espacio único. La elección de los materiales de construcción venia también determinada por el clima, siendo la madera preferida a la piedra. La madera es en efecto mas sensible al clima, en verano es más fresca y absorbe la humedad, y no tan fría en invierno. La madera se adapta perfectamente para resistir los temblores de tierra frecuentes en Japón.

viernes, 10 de agosto de 2012

051 COMPONENTES DE LA CASA JAPONESA (Machiya)



COMPONENTES PRINCIPALES DE LA CASA JAPONESA (Machiya)

Entramado o Kōshi
Se trata de un entramado de madera que se encuentra en la fachada de la vivienda. No es una reja, separada de la estructura y empotrada en el suelo, sino es parte de la propia fachada de la machiya. Su longitud varía, desde cubrir sólo la puerta hasta desplegarse a lo largo de la fachada

Existen diversos tipos de kōshi, según la región en la que se encuentra la machiya. Es posible distinguir la actividad a la que se dedica la vivienda según el tipo de entramado que dispone en su fachada. El Prof. Takeshi Nakagawa ilustra este hecho con los siguientes tipos:

A) Daigōshi (entramado empotrado), típico de tiendas de arroz, licor, carbón o madera.
B) Degōshi (entramado saliente), usado en ventanas, se encuentra en casas de té.
C) Sasamegōshi (entramado delgado), usado en tiendas de ropa.
D) Kogaeshigōshi (entramado de espacios iguales).
E) Me-itagōshi (entramado con tiras de paneles), usado en el ōdo, una puerta grande por donde se ingresaba mercadería voluminosa.
F) Taraigōshi (entramado plano), típico de tiendas de hilos.
G) Renjigōshi (entramado con barras transversales), asociado a casas de té.




Patio de ingreso o Toriniwa
Se usa como distribuidor de la circulación, comunica tanto a la cocina como al cuarto de ingreso. Este pequeño espacio es una transición entre el dominio externo y público de la calle a un dominio interno privado de la vivienda.

Cocina
Generalmente se ubica sobre el pasillo de servicio que lleva a la parte posterior de la casa que, como dijimos, solía ser de piedra o tierra compacta con sal. Este es uno de los espacios que encuentro más interesantes en las machiya, ya que a pesar de encontrarse en medio de una circulación y sobre un área tan pequeña, el espacio se extiende en altura.

Ingreso o Genkan no ma
Cuarto de ingreso, exclusivamente para recibir invitados. Los genkan son áreas de ingreso, y se les puede encontrar desde grandes templos hasta en pequeñas viviendas. En general, hasta los departamentos más pequeños tienen un genkan en donde se dejan los zapatos antes de ingresar a la vivienda (costumbre que me parece muy práctica, ya que mantiene el interior de la casa más limpio). En las machiya el genkan no ma viene a ser un espacio de recepción al que se ingresa lateralmente, dado que la fachada de las machiya se encuentra la tienda. Estas habitaciones se hallan frecuentemente decoradas con arreglos florales o ikebana, un sutil toque de naturaleza dentro de la casa que da la bienvenida al visitante.

Comedor o Daidoko
Usado como estar-comedor ocupa el centro de la casa y se vincula a las otras habitaciones, particularmente a la cocina. Sin embargo, difiere mucho de la concepción que se tiene en occidente, donde el comedor y la sala son espacios separados. En la casa japonesa el espacio de estar puede cambiar de función rápidamente y convertirse en espacio de comer, de estudiar o hasta de dormir. El mobiliario no es fijo, lo que permite gran flexibilidad al ambiente.

Zashiki u Oku-zashiki
El zashiki es el área más importante, destinada para recibir a las visitas. Zashiki literalmente significa "lugar del tatami" (antiguamente el tatami era tan caro que sólo se lo colocaba en el área donde se recibían los huéspedes). Desde allí puede observarse el jardín contiguo.

La relación con el jardín y su grado de integración visual puede ser regulada mediante el uso de pantallas, que varían en su transparencia de acuerdo al material del que están hechas. Hay tres tipos de paneles, que pueden ser intercambiados según la hora del día o la estación del año.

Fusuma: Son pantallas opacas, compuestas por un marco de madera laqueado y cubiertas por tela o un papel grueso. Generalmente suelen ser decoradas, ya sea con dibujos de paisajes o elementos abstractos.

Shoji: Son pantallas montadas sobre cuadrícula rectangular de madera, y cubiertas con papel translúcido. El papel permite el paso de la luz pero oculta las visuales, ofreciendo variados efectos lumínicos.

Sudare: Son pantallas colgantes hechas con carrizos unidos por cordeles que permiten a su vez recogerlas a manera de persianas, ampliado o reduciendo el nivel de integración entre los espacios. Son muy usadas en verano, ya que permiten el paso de la brisa y a la vez otorgan sombra al interior. Algunas veces pueden ser dispuestos en diferentes planos, enmarcando la vista o estableciendo distintos niveles de profundidad.

Jardín o Tsuboniwa
Contiguo al zashiki se encuentra el jardín, que brinda luz a la casa y la separa del almacén. Es una forma de conectar la casa con la naturaleza y desde donde se pueden experimentar los cambios de estación, y es además un agente importante de ventilación en verano. Generalmente las machiya cuentan con dos o tres pequeños jardines.

El tsuboniwa (niwa significa jardín y tsubo es una medida de área equivalente a dos tatami) es llamado así por su pequeña área, e incluye elementos decorativos como lámparas de piedra, arreglos de gravilla y piedra, musgo y el tsukubai, una pequeña poza de piedra que contiene agua, la que además de humectar el ambiente en verano produce un agradable y ligero sonido del líquido en movimiento.

Escalera-cajón o Hakokaidan
La escalera, además de conducir a las habitaciones privadas del segundo nivel, es trabajada con cajones y estantes, dando cuenta de la gran utilidad práctica que caracteriza a las casas japonesas, particularmente a las machiya, cuya área es restringida. Incluso algunas escaleras tienen peldaños rebatibles, que pueden ser usados como áreas de almacenamiento.

Baño o Furo
En las casas japonesas se diferencia el área donde se llevan a cabo las funciones fisiológicas (el toilette, en francés) del área donde se efectúa el baño, y ambas frecuentemente estaban fuera de la casa. El baño, que se lleva a cabo generalmente en la noche, contiene dos eventos. El primero, donde se lleva a cabo el aseo con jabón, se realiza fuera del ofuro (o tina). Una vez completamente limpio y sin rastros de jabón, recién se ingresa al ofuro. De esta forma el agua puede ser usada por varios miembros de la familia.

Almacén o Kura
El almacén de la tienda o kura se encuentra al final de la casa, e incluye elementos especiales que permiten proteger la mercadería contra la lluvia (tablones que sobre salen de la pared) o fuego (uso de revoques).

viernes, 22 de junio de 2012

037 ONSEN (La Arquitectura y el agua)


ONSEN
La arquitectura y el agua en Japón

Japón es un país montañoso y que presenta continua actividad volcánica, por tanto es frecuente encontrar aguas termales que son llamadas onsen (温泉). Pero más allá de un fenómeno puramente geológico, en Japón los onsen son parte de una tradición cultural milenaria, una relación íntima entre el ser humano y la naturaleza, y en donde la arquitectura se ha prestado graciosamente para favorecer esa relación.

Según refiere Suehiro Tanemura, los primeros usuarios de los baños termales fueron los dioses. De acuerdo a la Guía de los siete baños termales, "antes de que los ancestros celestiales descendieran, los dioses Oonamuchi y Sukuna-hikona reinaron la Tierra Central y las Planicies de Junco. Conmiserándose por la corta vida de los humanos, establecieron métodos para aliviar sus males; la medicina, las abstinencias y los baños termales".

Es así que los onsen fueron usados primeramente como una forma de medicina arcaica. Era común encontrar baños termales para aliviar, por ejemplo, a los soldados heridos y esta práctica se extendió incluso hasta durante la segunda guerra mundial. Su privilegiada ubicación en el corazón de las montañas permitía, además de experimentar las propiedades curativas de las aguas minerales, establecer un íntimo contacto con la naturaleza.

Los baños de hombre y mujeres son diferenciados por una pequeña cortina, llamada noren. Usualmente, sutiles detalles como éstos son suficientes para determinar el carácter público o privado de los espacios.

Al interior y tras despojarse del calzado y luego del resto de la ropa (en ese orden) el bañista debe previamente lavarse con jabón en duchas especialmente preparadas para tal fin. A un onsen hay que entrar siempre limpio.

Una vez realizados estos menesteres, es posible disfrutar del espectacular baño a cielo abierto (otemburo), deslizándose tranquilamente sobre el agua caliente, donde el hombre entra en armonía con la naturaleza y la admira en silencio.

martes, 5 de junio de 2012

032 MACHIYA (La casa japonesa)


MACHIYA: La Casa japonesa.

La arquitectura japonesa tradicional es extraordinaria, en su variedad y su simpleza, en el delicado balance entre su mundo interior y su relación con el exterior.

Una de las tipologías de vivienda más interesantes es la machiya, una residencia de mercaderes y artesanos desarrollada en la ciudad.

Machiya tiene dos significados, de acuerdo al carácter que se utilice: 町家 significa literalmente "casa de la ciudad", mientras que 町屋 significa "tienda de la ciudad", denotando en todo caso la convivencia de funciones comerciales con las de residencia. Puede encontrarse en todo Japón, aunque es característica de Kyoto. Por eso, algunos las llaman kyomachiya 京町家 , o "casas de la capital".

La ciudad de Kyoto se encuentra rodeada de montañas, lo que si bien la protege de tifones, le da escasa ventilación convirtiendo sus veranos en una tórrida, húmeda y sofocante experiencia. La casa machiya, que generalmente se adosa a otras de forma compacta, incluye una serie de elementos y espacios que permiten ventilar los ambientes y tener una estancia placentera en verano.

Lamentablemente, el criterio japonés es "en invierno uno puede cubrirse con mucha ropa, mientras que en verano no hay nada qué hacer", por lo que las casas, de paredes delgadas, dobles alturas y jardines interiores, están preparadas para el verano, pero son demasiado frías para el invierno. Como contraste, las casas tradicionales coreanas tienen un interesante sistema de calefacción bajo el piso (ondol), lo que hace muy confortable caminar descalzo y hasta dormir en el suelo durante los meses invernales.

La típica machiya es una vivienda larga de fachada corta, hecha de madera. Normalmente consta de dos pisos y contiene uno o más jardines interiores.

En la parte frontal del primer piso se ubicaba tradicionalmente la tienda o mise, o un área social cuando la vivienda no tenía alguna actividad comercial.

A continuación se encontraba la "parte de la vivienda" (kyoshitsubu), que generalmente era edificada sobre una trama de columnas rectangulares de madera divididas por paneles intercambiables.

Los pisos son de planchas de estera tejida llamadas “tatami”, a excepción del piso de la cocina, cuyo piso es de tierra o piedra (doma) para evitar incendios. Pero el tatami es mucho más que una alfombra de estera. Es un sistema modular en el cual está basada toda la composición y la estructura de la casa. Cada módulo mide 1.910 m x 0.955 m, es decir 1 x 0.5 ken. La disposición de las columnas, el ancho de las puertas (tategu) y ventanas, todo está modulado de acuerdo al tatami. Dicha estandarización permitía la reutilización de materiales cuando una casa era demolida.

BREVE HISTORIA

Pueden encontrarse antecedentes de las machiya en el periodo Nara (710 - 794), pero se consolidarían más en el periodo Heian (794 -1185), cuando eran residencias de artesanos y comerciantes minoristas. En aquella época las machiya eran construcciones simples que compartían un patio común.

En posteriores periodos, como el Kamakura (1185-1333) y el Muromachi (1333-1573), caracterizados por frecuentes guerras, las machiya conformaban agrupaciones de viviendas en bloque muy unidas, que hacían causa común para defenderse de los ataques de caudillos. Debido a que los impuestos se cobraban según el ancho de la fachada, las viviendas optaron por ser estrechas y alargadas. El ancho de las fachadas puede ser de hasta 6 m, aunque según el barrio y la ciudad en que se encuentren puede llegar hasta 18-20 m.

El desarrollo de las machiya como las conocemos hoy se dio en el periodo Edo (1603 - 1867), una época de relativa estabilidad y aislamiento del mundo exterior. Cabe destacar que en la estratificada pirámide social japonesa, los comerciantes eran considerados una de las clases más bajas, por debajo de los samuráis, artesanos y campesinos, por encima sólo de los intocables. Por ese motivo a los comerciantes se les prohibía construir sus viviendas con más de dos niveles y mostrar cualquier tipo de extravagancia. Eso ha motivado la escala estrecha y compacta de los barrios de machiya.

El perfil urbano compacto de las machiya las hace, lamentablemente, presa fácil de incendios. Muchas de las machiya que se ven hoy en Kyoto fueron reconstruidas luego del incendio que consumió gran parte de esta ciudad en 1788.

Kyoto fue una de las pocas ciudades que no fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial  precisamente para salvar su patrimonio histórico. Sin embargo, la expansión urbana ha traído más devastación que la propia guerra. Muchas de las machiya han perecido bajo la presión inmobiliaria, a menudo reemplazadas con edificios anodinos que destruyen el perfil de la calle. Esto ha motivado la creación de varios grupos de defensa, preservación y reciclaje de las machiya, algunos de ellos liderados por extranjeros.

INFLUENCIAS CONTEMPORÁNEAS

La flexibilidad, asimetría, modulación, espacialidad, funcionalidad y austera estética de las machiya han sido criterios que han tenido influencia en varios arquitectos modernos y contemporáneos.

Charlie R. Mackintosh se inspiró en la organización espacial, la simple geometría rectilínea, el uso de pantallas deslizantes y otros para su escuela de Arte en Glasgow.

Igualmente, Frank. L. Wright asumió el concepto de fluidez espacial de las machiya para crear su Casa Robie, en la que incluyó otros elementos como los grandes aleros, inspirados más bien en los templos nipones.

El minimalismo de Mies van der Rohe y su "menos es más" es típicamente japonés. Su Casa Farnsworth se separa del suelo mediante pilotes, utiliza una plataforma horizontal a la usanza de las terrazas o barandas japonesas y la flexibilidad de su espacio recuerda notablemente al de las machiya.

Este sistema de columnas sobre las que las paredes se ubican libremente y el sistema modular fueron también rescatados por Le Corbusier en su llamado "Sistema Dominó".

Con el buen ojo que lo caracteriza, el arquitecto Martín Lisnovsky en su arquitectura+historia encuentra conspicuas semejanzas entre la arquitectura de Richard Neutra y la japonesa, aunque, para ser honesto, las vistas corresponden más a villas imperiales como Katsuraque a las viviendas machiya.

Finalmente, entre muchos otros, Tadao Ando, particularmente en sus primeras casas, como la casa Azuma, muestra influencia de las machiya, a la que el arquitecto en más de una oportunidad ha hecho mención.