Shodô

ORIGEN

El SHO DO (書道) es el arte de escribir caracteres japoneses con pincel y tinta china para expresar profundidad espiritual y belleza.

El SHO DO, camino o disciplina de la escritura, (SHO: escritura, DO: camino), con esta definición deja en relieve su intima relación con una concepción filosófica ligada al desarrollo de la “persona” y al aprendizaje de una técnica, para el desarrollo de aspectos técnicos y estéticos. Junto con la poesía (Haikus) y pintura se ha considerado una habilidad esencial de toda persona instruida en el Japón.

Al igual que el resto de las artes clásicas y tradicionales japonesas, tiene un fuerte contenido filosófico y por lo tanto espiritual, su desarrollo y aprendizaje requiere por lo tanto en sus diferentes niveles un paulatino enriquecimiento interior, para lo cual, antes de escribir es necesario estar en total armonía espiritual, profundizando cada vez mas el grado de concentración.

He aquí la gran similitud del SHO DO con las artes marciales, ya que ningún arte marcial enseña solamente a perfeccionar una técnica, sino también a cultivar el espíritu, convirtiendo de esta manera la técnica en reflejo del espíritu (muchos grandes maestros del Bushido fueron y son maestros también de SHO DO).

El SHO DO no solo es una persecución de una cierta estética; sino la expresión de nuestras emociones mas intimas sujetas por lo tanto a un lugar y tiempo determinado, quedando en la caligrafía una imagen de nuestra alma, personalidad y riqueza espiritual, expresa el animo, grado de delicadeza y vigor del ejecutante.

El SHO DO es un aprendizaje de por vida, y necesita de la humildad para poder hacerlo bien.

Los hombres y mujeres con talento especial en SHO DO son conocidos como SHO KA o escritores del SHO


PRINCIPIOS

Inspirándome en este conjunto se me ocurrió la idea de relacionar tres elementos del pensamiento Zen con los elementos de la caligrafía japonesa (shodo).

El pincel como Fuego
La tinta como Agua
El papel como Tierra

El pincel (Fuego) transmite tu intención y tu pulso directamente al papel (Tierra), a través de la tinta (Agua), conectando el espíritu del Fuego y la materia de la Tierra. El Agua es la vida, la sangre (el Ki), algo que fluye.

Con estos tres elementos entramos en el mundo de la creación, “Aquí y Ahora”. El camino de la caligrafía es por lo tanto hacia la libertad interior.

El baile del “yin” y el “yang”. Un trazo que entrando con energía “yin” en calma va saliendo “yang” con fuerza y soltura. El rápido movimiento de curvatura consigue una forma más espontánea y vigorosa, como una obra de la naturaleza. Ahora se detiene, se almacena la fuerza y de repente cambia de dirección moviéndose con la intuición de un animal salvaje.

Disfrutando del movimiento del pincel como un juego, llenando de creación el papel vacío, y sin embargo siempre el espacio sabe cantar silenciosamente. La delicia del trazo negro y la sonrisa del vacío están unidas “Aquí” en la obra. Y también capta el “Ahora”, creado por el calígrafo.

Practicar caligrafía con tu pincel es un acto de creación propio. Aunque el trazo al principio no salga bien, con la práctica, la repetición del mismo, y concentración crearas tu propio espacio de libertad interior.

Disfrutas aun más cuando los trazos empiezan a moverse obedeciendo a tu intención y transmites tu energía interior.

La caligrafía vive solo de un instante. Los trazos no deben rectificarse ni se pueden borrar. Esa es la principal diferencia de esta con la pintura como el óleo, o el pastel.

El practicante de caligrafía, avanzado o incluso principiante, ha de conservar un ritmo al tocar el pincel en el papel que no debe romperse. Es como ya dije antes un baile. La caligrafía tiene compás en silencio.

Por supuesto el movimiento del pincel y el control de la fuerza que sobre el se imprime son centro de la practica, pero también es muy importante saber medir el espacio. Como un buen bailarín, mientras se ejercita con velocidad mide y se sitúa en el escenario para elegir la dirección correcta. El calígrafo ha de captar rápidamente el conjunto de todo el papel.

Fuerza, velocidad, dirección, ritmo y colocación en el espacio, todo esta presente, al igual que ocurre en las artes marciales.

Al principio te cuesta mucho sacar una buena pincelada, por eso repetimos una y otra vez el proceso hasta que lo hacemos nuestro y sin pensar lo logramos. Hasta que sin darnos cuenta entramos en un estado de meditación activo, donde la tranquilidad y concentración se presentan, y ahora es el pincel quien te lleva.


YATATE

Yatate es un conjunto para escritura personal con forma de pipa, utilizado en el Japón medieval. Está constituido por un compartimento que contiene un algodón empapado de tinta, y de un estuche para un pincel.

Yatate significa literalmente "soporte para flechas" (ya-"flechas", tate-"soporte"). El nombre se debe a que los bushi (guerreros aristócratas) utilizaban una piedra de tinta como fondo de su aljaba. El Shod?, la caligrafía tradicional japonesa proviene de la caligrafía china, y utiliza el "tesoro del docto": una piedra de tinta, un palillo para tinta (sumi) y los pinceles. La tinta líquida se crea frotando el palillo contra la piedra y añadiendo agua (tinta china). El conjunto es incómodo, pesado, y la preparación de la tinta toma tiempo.

Durante el shogunato Kamakura (1185 - 1333) surgió la idea de sobresaturar un pedazo de algodón de tinta. De esta forma, basta con afectar el algodón con el pincel, para para estar listo a escribir. Al poner el algodón en un compartimento de tinta (sumi tsubo), se puede transportar permanentemente la tinta para su uso, sin correr el riesgo de derramarla.

Los primeros yatate se parecían a plumeros; el modelo con forma de pipa se concibió para aumentar la cantidad de tinta transportada. Hacia el final de la era Edo, otro diseño fue desarrollado, con la caja de la tinta unida al eje de la pluma por una cadena; y además la caja de la tinta fue utilizada como un netsuke o prendedor para fijar del yatate al cinturón (el modelo "en pipa" se fija sencillamente en el cinturón como un abanico). Durante el tiempo en que llevar un nihonto (espada japonesa) estaba prohibido fuera de la casta de los bushi, algunos ya eran concebidos de manera para poder servir de arma de defensa personal. Existe así ejemplos, que sirven paras ocultar armas, como pequeñas cuchillas.

Una de las características notables del los modelos más recientes, es que se hacen algunos de una aleación especial de oro y cobre, el shakudo, concebido específicamente para que con el tiempo presentara una bonita pátina púrpura oscura.


ESTÉTICA Y PENSAMIENTO

Más allá de su ejecución técnica, el trazo tanto en SHODO como en la pintura, ha sido objeto durante la historia de una larga reflexión filosófica. La pincelada significa el quebrantamiento del vacío que representa el papel. Cada trazo es la proyección del mundo interior del artista, y por eso se lo considera el nexo de unión entre el espíritu del hombre y del universo. Las nociones de forma, contraste y proporción pierden relevancia a favor de alguna consideración metafísica sobre la relación entre la tinta, la pincelada y el papel.

Al principio no habia normas, la suprema simplicidad no habia sido dividida. Al dividir la suprema simplicisdad nacio la norma. ¿en que se fundamenta esta norma?. En la pincelada unica. La pincelada unica es el origen de las cosas, de todos los fenomenos,… la base de la pincelada unica reside en la ausencia de normas.
Shi tao

A través del pincel (añade Shi Tao), el hombre participa de la creación del universo. Habitualmente, la vinculación entre la tinta y el pincel en el SHO DO y la pintura se interpreta en términos yin y yang, los dos principios complementarios que participan de todos los procesos del universo.

El pincel es el elemento activo, yang, mientras que la tinta es el elemento pasivo, yin. El shodoka es el encargado de alcanzar el equilibrio entre estos dos elementos, quien guía el pincel en su búsqueda de la tinta.

El sho do es una combinación del vacío blanco papel y la negra plenitud de la tinta

A diferencia de las concepciones estéticas clásicas del arte desarrollado en occidente, según las cuales un pincel tiene que llenar un vacío, el SHO DO pretende mas bien destacar el vacío a través del trazo del pincel. El vacío acostumbra a ser el elemento mas deseado, y en la pintura incluso se convierte en el centro, entre grandes montañas de tinta negra que configuran el paisaje.

El SHO DO no solo es considerado la culminación de las artes, al menos desde un punto de vista teórico, sino que además a menudo se funde con las otras artes especialmente la pintura y la poesía (Haikus). Es difícil encontrar una pintura sin que el SHO DO no forme parte de ella, y es muy corriente que en la misma no solo aparezca el nombre del autor sino un poema que ha inspirado al autor y que ahora forma un todo conjunto poesía, pintura y SHO DO, hasta tal punto que la fusión en algunos casos es tal que no se aprecia con claridad si alguno de los trazos son pintura o formas parte de la caligrafía.


HISTORIA

El idioma japonés en su origen no tenía escritura propia, debido a la proximidad al continente Japón sufrió una “invasión cultural”, la cual se produjo en dos fases, una se produjo en el siglo III a través del Confucionismo (un sabio coreano introdujo la cultura china a través de esta religión), y la otra en el siglo VI, esta vez a causa del Budismo; los japoneses  utilizaron las letras chinas para escribir su idioma y su literatura, extremo este que empezó a ocurrir alrededor de los siglos IV y V de nuestra era. Las primeras escrituras que Japón adopto de China fueron los caracteres vinculados al Budismo.

Una vez introducidos los kanji (ideogramas), el SHO DO tuvo una acelerada difusión durante los 70 años que duro el periodo Nara, en paralelo al afianzamiento del Budismo.

Si bien en un principio resulto apropiado el uso de las letras (kanji) chinos, que no nos olvidemos responden a conceptos o ideas, estos se pronunciaban de distinta manera (ya que se pronunciaban en japonés) por lo que se creaban muchas dificultades, al encontrarnos ante un ideograma (kanji) que tenia un mismo significado en China que en Japón pero que se pronunciaba de distinta manera. Debido a esto hace unos mil años en la Era Heian (siglo IX), los japoneses desarrollaron a partir de letras chinas dos formas de escrituras silábicas (esto es que no se ajustan a la idea, sino a como se pronuncian), la denominada Hiragana, y la denominada Katakana, mas conocidas como Kana.

Por lo tanto a partir de la Era Heian los japoneses han usado tres tipos de letras o formas de escritura en su idioma: Kanji, Hiragana y Katakana. Ya en el siglo X estas escrituras se habían difundido por todo Japón popularizándose su uso por la clase alta; fueron las mujeres las que adoptaron mayoritariamente el Kana (Hiragana y Katakana), al encontrar aquí una mayor facilidad y libertad para expresar sus sentimientos.

Hiragana (ひらがな)

Deriva de una simplificación del estilo cursivo. En el siglo VIII un poeta de Nara, llamado Kibi no Mabi uso los primeros kana, en la difusión del hiragana tuvieron mucha importancia un montón de poetisas (mujeres) de la era Heian.

Se creo por deformación de letras chinas, y permite por si solo escribir todo el idioma, aunque lo normal es utilizarlo para la declinación de verbos y adjetivos, partículas y todas aquellas partes que no puedan expresarse con kanji. Es el primer paso para aprender escritura, y esta compuesto por trazos sencillos y curvados, con lo que da una apariencia suave, proviene su nombre del vocablo “hira” que significa “llano”

Katakana (カタカナ)

Se formo usando partes de letras chinas, (“kata” significa “una parte”)y su uso mas común es para escribir palabras o nombres que provienen del extranjero, también se usa para onomatopeyas o para resaltar ciertas partes del texto, por lo que podría asimilarse a las mayúsculas del español. El Katakana se diferencia del Hiragana al tener trazos más derechos y abruptos.

Al contrario que el hiragana que proviene del estilo “sokode”, que es el estilo femenino del “man´yogana”, este proviene de un estilo más masculino llamado “onokode”




LA ESCRITURA
(Sus Inicios)

Con la llegada de las nuevas enseñanzas budistas alrededor del siglo VII, y los frecuentes viajes de eruditos en busca de un conocimiento más profundo de la doctrina búdica, se hizo también presente la adopción de la escritura como elemento imprescindible en la transmisión de las nuevas enseñanzas de maestros indos y chinos, ya que los japoneses no tenían.

Los maestros japoneses, al entrar en contacto con la cultura china, adoptaron los caracteres chinos ideográficos, para más tarde adaptarlos y combinarlos con su lengua nativa. Estos signos (kanji), que oralmente son monosilábicos, semánticamente expresan conceptos globales.

Queriendo simplificar el entendimiento y la escritura de los kanji, llegaron a un conjunto de caracteres que representaban una consonante y una vocal, y que constituyen un silabario de 50 símbolos, y con unos pocos símbolos diacríticos más, representaron fonéticamente toda su lengua hablada. Era el hiragana, una escritura cursiva (exclusivamente fonética) con la cual podían escribir y expresar su lengua con caracteres específicamente nipones. Asimismo, con la escritura de los kanji y paralelamente con los hiraganas, se dio un enorme impulso a la expresión de la literatura popular japonesa, que hasta entonces se hallaba un tanto adormecida, no porque no existiera su espíritu de manifestación, sino más bien por la carencia precisa de un elemento material tangencial donde desbordar y canalizar todo ese gran mundo de percepción e ideas: la escritura.

Junto al hiragana, en el siglo VIII ya se había desarrollado un sistema aún más simplificado, que dio origen a un tipo de letra de imprenta más simple y de líneas más rectas, el katakana, constituido igualmente de 50 sílabas.

Con el correr del tiempo, estas escrituras se fundieron en lo que se denomina genéricamente kanamajiri, en que los caracteres kanji son utilizados generalmente para representar ideas, conceptos; el hiragana, por su parte, para notas particulares; y finalmente el katakana para la escritura de las palabras de origen extranjero.

La complejidad no se detiene aquí. Numerosos símbolos kanji, escritos de manera distinta, son fonéticamente equivalentes. Así, una misma palabra japonesa puede tener varias interpretaciones, y una enorme cantidad de palabras homófonas pueden tener sentidos diversos, dependiendo del significado del símbolo kanji utilizado.

Dada la gran multiplicidad de los kanji, el acceso al lenguaje especializado se torna particularmente difícil, lo que llevó a los japoneses, en muchos casos, a colocar al lado del escrito kanamajiri su versión en carácter katakana, para hacer así entendible su lectura y comprensión.

Para facilitar las cosas, el kanamajiri de la lengua corriente, de periódicos y revistas, quedó oficialmente limitado a utilizar 1800 símbolos kanji. Se supone que los japoneses alfabetizados han de dominar por lo menos 1900 caracteres para su uso cotidiano.





Hoy me gustaría hablar un poco sobre uno de los instrumentos que usamos para la caligrafía, el pincel. Para mí, el más importante, ya que es una herramienta muy personal, muchas veces lo comparo con la pluma, ya que cada persona tiene una manera de escribir, usa una presión característica, y esto hace que el pincel se adapte a cada persona. Por eso es importante que cada uno use su propio pincel, y que no sea utilizado por otros.

Los pinceles los podemos encontrar de 2 maneras: con el pelo unido y endurecido (KATAME FUDE  固め筆 o MIZU FUDE 水筆)  o con el pelo separado (SABAKI FUDE 捌き筆, SANMOU HITSU 散毛筆  o SANTAKU HITSU 散卓筆).

TIPOS DE PINCELES:
§                RYUUYOU HITSU 柳葉筆: ” Pincel con forma de hoja de sauce “. Es el más común. Puede retener mucha tinta y es ideal para escribir líneas largas. La anchura de los trazos puede variar fácilmente con él.
§              JAKUTOU HITSU 雀頭筆: ” Pincel con forma de cabeza de gorrión “. Su pelo es corto y flexible. Es usado para escribir caracteres pequeños con líneas precisas y delicadas.
§             MENSOU HITSU 面相筆: ” Pincel para caras “. Se usa normalmente para trabajos con muchos detalles. Su pelo ( normalmente de marta o comadreja ) es poco denso, y el diámetro del pincel suele ser de 2-4 mm., y de largo 2-3 cm.
§       ENGI HITSU 延喜筆, SHINMAKI FUDE 芯巻筆 o MAKISHIN FUDE 巻心筆: “Pincel con sus pelos enrollados en su corazón “. El pelo es bastante flexible y muy fácil de girar sobre el papel. Este tipo de pincel se suele usar para el SOUGANA 草仮名 ( hiragana cursivo ).

El pincel consta de 2 partes: el JIKU o mango, que está hecho normalmente de madera, bambú, hueso, cuerno o arcilla. Y el HO o mechón, que es la parte más importante ya que es la que determina la calidad del pincel. El HO se divide en 5 partes:

1.                  1. INOCHIGE 命毛: ” Pelos de la vida “, punta.
2.                  2. HOKOSAKI 鋒先: ” Punto de hierro “, base superior.
3.                  3. NODO : ” Garganta “, cuello.
           4. HARA : “Vientre”, centro.
           5. KOSHI : ” Cadera “, base.

Como curiosidad, estos Inochi Ge, 2 ó 3 pelos más largos que el mechón, y que están en el centro, si se estropearan o rompieran, dejarían al pincel inservible, ya que son ellos los que dan precisión a las líneas, al ser puntiagudos y afilados.

Sobre su composición, el pelo del pincel es principalmente de animales. El tipo de pelo determina la suavidad y dulzura del trazo. Generalmente, los de pelo blanco provienen de la oveja y se utilizan para trazos suaves. Los de color marrón suelen ser de ciervo o caballo, con una textura normal-media. Y los de color negro, suelen ser de comadreja, mapache o caballo salvaje, con una textura mucho más rígida. Los pinceles hechos de pelo duro se denominan GOUMOU 剛毛, y los más flexibles se llaman JUUMOU 柔毛. Existen también unos pinceles llamados KENGOU 兼豪, que mezclan pelo de oveja por fuera y pelo más rígido en el interior, consiguiendo así, más elasticidad en la parte céntrica del pincel. Este tipo es muy recomendado para los iniciados en la caligrafía, por su fácil manejo.

Pero la variedad de pinceles es enorme. A veces se usan plumas y fibras vegetales para elaborarlos. Incluso hay costumbre por parte de algunos padres, de usar el pelo de sus recién nacidos para hacer pinceles, y así poder escribir deseos para ellos. Estos pinceles son muy apreciados por los calígrafos.

Su limpieza y cuidado son muy importantes. Antes de usar el pincel por primera vez, debemos lavarlo para quitarle el engrudo que los protege, y secarlos con cuidado, respetando el sentido del pelo. La capucha de plástico que normalmente cubre la punta del pincel, no volveremos a usarla una vez el pincel esté lavado, ya que si volvemos a tapar el pincel mientras está húmedo lo que conseguiremos es pudrir el pelo.

Para lavar el pincel, nunca debemos dejar que el agua caiga directamente sobre el pincel, ya que esto hará que se abra por el interior y forme cámaras de aire que abrirán el pincel durante su uso.

Dejaremos caer el agua sobre el mango y nos ayudaremos de la otra mano para limpiar el pelo del pincel. Siempre con agua fría o tibia. Una vez esté limpio, lo escurriremos de agua, afilando su punta, y lo colgaremos hacia abajo, para que los restos de tinta que puedan quedar no se acumulen en el centro o cuello del pincel.