miércoles, 29 de febrero de 2012

004 TEATRO NOH



Concepto
Se trata de un drama lírico japonés que tuvo su apogeo en el siglo XVII, época en que datan los primeros textos impresos, atribuidos a Kwanami y a su hijo Zeami (ambos de comienzos del siglo XIV). El Nō procede de las danzas rituales de los templos, de las danzas populares, de los escritos budistas y de la poesía, mitología y leyendas populares japonesas y chinas. En oposición al teatro Kabuki, es un drama aristocrático que sigue teniendo su público en la actualidad y se representa en un cuadrilátero elevado y rodeado por dos lados de público. En uno de sus lados hay un balcón con un coro de diez cantantes y en el fondo un estrado para cuatro músicos. No hay telón de fondo y los decorados se reducen a cuatro postes con un tejado para representar un palacio, un templo o cualquier otro lugar. Hay dos actores principales acompañados en algunas escenas, vestidos con gran riqueza. El primer actor lleva máscara durante la danza que constituye el núcleo de la obra. Entre las cinco piezas que constituyen un programa dramático Nō se intercalan interludios cómicos de carácter entremesil o farsesco (Kyogen), representados con trajes corrientes, sin máscaras y con un lenguaje vivo y actualizado. La temática de los dramas Nō es solemne y trágica, y siempre alude a algún tipo de redención usando el simbolismo aparente de alguna leyenda o hecho histórico; el lenguaje está muy elaborado, es aristocrático y elevado y abunda en arcaísmos. Un programa Nō contiene cinco piezas y cuatro farsas Kyogen y dura de cuatro a cinco horas.

Su desarrollo se remonta al siglo XIV. Junto con la muy emparentada farsa kyōgen, evolucionó a partir de diversas artes populares y aristocráticas, incluyendo el dengaku, el shirabyoshi y el gagaku. Kan'ami y su hijo Zeami Motokiyo dieron al Nō su forma actual durante el período Muromachi. Posteriormente, este estilo influiría en otras formas dramáticas, como el kabuki y el butō.

El Nō es único por su lentitud, su gracia austera y por el uso distintivo de máscaras, y representa verdaderamente un rasgo específico de la cultura japonesa, que consiste en encontrar la belleza en la sutileza y formalidad.

Historia
Sarugaku y Dengaku

Hasta el siglo XIV, el Nō era conocido como “Sarugaku no Nō”, o simplemente sarugaku. Este último término proviene de sangaku que designa toda la gama de artes del espectáculo, incluida la acrobacia, el malabarismo, la prestidigitación y la pantomima, importada de China. Progresivamente la pantomima cómica se convirtió en la principal atracción produciendo el cambio de nombre (sarugaku puede ser entendido como espectáculo de mímica).
Durante la misma época, las tradiciones y los ritos campesinos habían dado nacimiento al dengaku, conjunto de bailes y rituales destinados a asegurar buenas cosechas y apaciguar a los malos espíritus que eran efectuadas principalmente en los períodos de las cosechas de arroz. Practicadas en conjunto con las prácticas adivinatorias del budismo esotérico, estos rituales tenían el apoyo de grandes señores feudales pertenecientes a grandes templos budistas. Este respaldo acercó a los bailarines dengaku a enfatizar la dimensión dramática de su arte. El kagura, a menudo mencionado como una fuente esencial del Nō, es asimismo una forma de dengaku

lunes, 27 de febrero de 2012

003 SHODO (Origen)



ORIGEN

El SHO DO (書道) es el arte de escribir caracteres japoneses con pincel y tinta china para expresar profundidad espiritual y belleza.

El SHO DO, camino o disciplina de la escritura, (SHO: escritura, DO: camino), con esta definición deja en relieve su intima relación con una concepción filosófica ligada al desarrollo de la “persona” y al aprendizaje de una técnica, para el desarrollo de aspectos técnicos y estéticos. Junto con la poesía (Haikus) y pintura se ha considerado una habilidad esencial de toda persona instruida en el Japón.

Al igual que el resto de las artes clásicas y tradicionales japonesas, tiene un fuerte contenido filosófico y por lo tanto espiritual, su desarrollo y aprendizaje requiere por lo tanto en sus diferentes niveles un paulatino enriquecimiento interior, para lo cual, antes de escribir es necesario estar en total armonía espiritual, profundizando cada vez mas el grado de concentración.

He aquí la gran similitud del SHO DO con las artes marciales, ya que ningún arte marcial enseña solamente a perfeccionar una técnica, sino también a cultivar el espíritu, convirtiendo de esta manera la técnica en reflejo del espíritu (muchos grandes maestros del Bushido fueron y son maestros también de SHO DO).

El SHO DO no solo es una persecución de una cierta estética; sino la expresión de nuestras emociones mas intimas sujetas por lo tanto a un lugar y tiempo determinado, quedando en la caligrafía una imagen de nuestra alma, personalidad y riqueza espiritual, expresa el animo, grado de delicadeza y vigor del ejecutante.

El SHO DO es un aprendizaje de por vida, y necesita de la humildad para poder hacerlo bien.

Los hombres y mujeres con talento especial en SHO DO son conocidos como SHO KA o escritores del SHO

miércoles, 22 de febrero de 2012

002 EL JARDIN JAPONÉS (Concepto)



“La trama intelectual en la cual queda envuelto el jardín, crea un efecto especializado, que es comprendido por solo aquellos que poseen la capacidad para captarlo; pero esto, no tiene que impedir crear un lugar agradable, sobre todo en los casos de jardines construidos como disciplina espiritual; también esto es válido para el mundo del bonsái; debemos salir de las reglas ya creadas, instituidas, para crear obras maestras de vanguardia, que seguramente serán también admiradas en épocas futuras” .
MASAHIKO KIMURA.

Concepto de jardines japoneses
El jardín japonés es un jardín espiritual, sumamente refinado en su estética, en sus formas y en su fondo, las diferentes tendencias o estilos de jardines, han contado siempre en su concepción con el respeto a los estilos anteriores, incluso se han incorporado a los nuevos estilos o tendencias en la jardinería japonesa durante la larga historia de esta.

Estos estilos o tendencias de los diferentes jardines japoneses, son fruto siempre y en todos los casos del budismo chino, que llegó en las distintas épocas hasta Japón; no obstante, la cultura japonesa con tendencias más refinadas, fue superando a los jardines chinos, menos refinados.

El jardín japonés observa los siguientes ideales en todos sus estilos:

1º la asimetría en todos los elementos del jardín. Siempre el jardín en Oriente es asimétrico, este concepto es sustituido por el equilibrio general de la composición en el conjunto del diseño, en todos los elementos que lo componen.

2º la simplicidad en las formas, con elegancia y gran profundidad espiritual.

3º la belleza del vacío, de las zonas vacías. En el diseño se contempla como necesario y complementario los espacios vacíos, llamémosle agua, tierra, pradera, gravilla.............la contemplación de este punto es fundamental para la armonía del diseño en su conjunto.

4º la austeridad majestuosa, la belleza de lo simple, de lo austero. La grandeza que transmite una verdadera obra de arte, donde con poco se puede expresar mucho.

5º la refinada profundidad. De lo sutil. Las acículas de pino en el suelo, o las hojas caídas del arce, la pequeña planta de acento, el musgo cuidado con mimo; todo ello se refiere a las pequeñas cosas que son a veces mucho más importantes que otras mayores.

6º la naturalidad, representa a la misma naturaleza salvaje, savia, equilibrada, racional; todo lo que se contempla en el jardín nos debe parecer que la misma naturaleza lo ha colocado allí, nunca sentiremos que sobra o que está de más, sino todo lo contrario.

7º la serenidad suspendida, que dá lugar a la meditación por medio de la contemplación sosegada. La contemplación del jardín nos debe “cargar las pilas”, nos debe transmitir serenidad, el jardín nos debe invitar a introducirnos en él, de forma íntima, acogedora, privada; lejos de la vista del espectador que está fuera de él, el jardín es nuestro mundo privado, infranqueable, inaccesible a los extraños.

En definitiva, la paz espiritual que nos transmite el jardín japonés en su contemplación, si se han observado todas las anteriores.

Los jardines, representan un refinamiento cultural. Un jardín bien realizado constituye una obra de arte en sí mismo, y, por su naturaleza delicada, viva, en constante desarrollo, con cambios estacionales y necesidades de continuos cuidados y atenciones, decaen y desaparecen cuando deja de existir el espíritu que las creó. El jardín japonés en todos sus estilos está tan sumamente unido a la sensibilidad estética de su autor, desprende tal refinamiento, que cualquier cambio estético o de mantenimiento del mismo repercute sensiblemente en el conjunto del jardín.

Hay algo que debemos considerar a la hora de crear un jardín japonés en cualquiera de sus estilos; y es el tener en cuenta el medio en el que se va a crear el jardín. Aunque Japón está en el mismo meridiano que España su climatología, la composición del sustrato, los vientos dominantes, la intensidad de la incidencia solar, la orientación clásica en Japón de algunos de sus jardines, y otras consideraciones; es muy diferente a la del Mediterráneo.

Debemos saber que cada estilo posee conceptos muy claros, reglas establecidas, que debemos observar; debemos ceñirnos a los diferentes estilos, pero no hay que utilizar todas las plantas que se utilizan en Japón, ya que muchas de ellas no prosperarán en nuestro medio particular.

Debemos usar las plantas más apropiadas dentro de la zona geográfica donde pretendamos crear el jardín. Lo importante es mantener el estilo, la filosofía, la pureza del jardín; las plantas que lo componen ocuparán siempre un segundo lugar.

001 KOKESHI (Origen)



El verdadero origen de las muñecas Kokeshi


Estas muñecas Kokeshi se empezaron a fabricar en la región de Tohoku (norte del archipiélago) a fines del Período Edo, y la muñeca más antigua que se fabricó según los documentos fue durante los años 1804 a 1830 en la prefectura de Miyagi.
Estas muñecas nacieron como regalo para los turistas que visitaban los baños de aguas termales de Tohoku, una región rural con mucha nieve durante los meses de invierno y muy duro para vivir. La venta de estos juguetes contribuyó al desarrollo de la economía de la zona que solo se basaba en la agricultura.
Este arte de fabricar muñecas cilíndricas de madera y que en la actualidad varía según la región y de la gente que la habita, se fue transmitiendo de padres a hijos, de hijos a nietos y de maestros a discípulos.


El origen del nombre Kokeshi


Estas muñecas tienen diferentes nombres según la región. Deku(でく)、Houko(ほうこ)、Kiboko(きぼこ)、Keshi (けし)、Koguesu (こげす) … entre otros.
Es por eso que en el año 1940, los artesanos se reunieron para ponerle un solo nombre, 「こけし」-Kokeshi en hiragana, y es así como se escribe actualmente.


El verdadero significado de la palabra 「こけし」(Kokeshi)Actualmente se utiliza esta palabra en hiragana en todo el país para referirse a las muñecas artesanas, y se escribe en hiragana pero el origen es la palabra 小芥 (Kokeshi)


** 小 (ko) = pequeño
** 芥 (keshi) = fruto de la amapola



La cabeza de las muñecas Kokeshi se parecen al fruto de las amapolas, y es por eso que se le llamaba con este kanji en algunas regiones de Japón. De ahí, el Kokeshi – こけし en hiragana.