ARQUITECTURA TRADICIONAL
La arquitectura tradicional de la vivienda de Japón
debe sin duda ser considerada como la respuesta al entorno natural. El Japón
tradicional era ante todo una sociedad agrícola centrada en las actividades
relacionadas con el cultivo del arroz. Un sentido de cooperación, en vez de
enfrentamiento, se desarrollo entre los japoneses y su entorno natural. En
lugar de resistencia y defensa, el estado de animo fundamental era de acomodo y
adaptación. Esta misma actitud hacia el entorno natural caracterizaba a la
arquitectura tradicional que se adapto a las condiciones climáticas y
geográficas.
El clima japonés se caracteriza por veranos
calurosos y húmedos e inviernos fríos y secos, y en consecuencia la vivienda ha
evolucionado buscando hacer los veranos más soportables. La casa japonesa
tradicional esta ligeramente levantada del suelo y con el interior despejado
para permitir que corriera el aire sin restricciones entorno y por debajo de la
zona habitable. El solo y la frecuente lluvia se asociaban al calor y a la
humedad del verano, haciendo necesaria una estructura en la techumbre con
salientes largos y bajos para proteger el interior.
El desarrollo de los espacios individuales en el
interior de la vivienda fue un proceso gradual consistente en dividir el
espacio libre en espacios más pequeños y acordes con las necesidades humanas.
Las estancias individuales fueron separadas mas tarde por shoji y fusuma (puertas correderas) que podían ser retiradas para
conseguir un espacio único. La elección de los materiales de construcción venia
también determinada por el clima, siendo la madera preferida a la piedra. La
madera es en efecto mas sensible al clima, en verano es más fresca y absorbe la
humedad, y no tan fría en invierno. La madera se adapta perfectamente para
resistir los temblores de tierra frecuentes en Japón.
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