martes, 15 de enero de 2013

092 KARATE DO (consideraciones sobre su origen)


KARATE-DO:
Algunas consideraciones sobre sus orígenes

El gran auge que en nuestro país tuvo el Karate durante los años setenta, dio lugar a la publicación de muchas obras sobre el tema. La mayoría de ellas de autores extranjeros que en algunos casos posiblemente aportaron poco mas que su nombre a los contenidos. De aquella época aún conservo con cariño mis primeros libros sobre Karate, que son ya casi reliquias, y que comparados con las excelentes publicaciones actuales nos parecen ingenuos intentos de explicar este arte que nos era prácticamente desconocido. Pero incluso ahora, al releerlos se pueden encontrar indicaciones y explicaciones de indiscutible interés, como ocurre por ejemplo, en los textos del desaparecido maestro R. Thomas.

Invariablemente aparecía en casi todos ellos, a modo de introducción, una escueta historia, o mas bien “historieta”, sobre el origen del Karate, sin duda elaborada a partir de los casi inexistentes datos de que se disponía por entonces sobre la historia del reino de Ryukyu. Quizás de esta época, y de estas “introducciones históricas”, quedó como sustrato la simplista explicación que frecuentemente aún se da sobre el origen del Karate en Okinawa, y que suele ser utilizada como para salir del paso cuando se nos plantea esta cuestión. En ella se argumenta que el origen del Karate está ligado a dos hechos fundamentales en la historia del reino de Ryukyu: Las prohibiciones de utilización de armas y la ocupación del clan Satsuma.

En relación a los hechos anteriores, tampoco es inusual, el que se atribuya la formación del Karate, al menos en sus más antiguos antecedentes, al pueblo llano, compuesto fundamentalmente por marinos, pescadores y agricultores.

En esta breve revisión histórica analizaremos estas afirmaciones, que aún no siendo totalmente falsas, necesitan de una visión mas matizada y acorde con la realidad histórica.

A principios del siglo XV el rey Sho Hashi unifica los tres reinos en que estaba dividida Okinawa, creando la Primera Dinastía Sho del reino de Ryukyu. Este reino de carácter feudal mantenía un delicado e inestable equilibrio de fuerzas entre los diversos jefes locales (aji) que al romperse provocaría los desórdenes políticos que dieron lugar en 1469, a la toma del poder por parte de Sho En, iniciador de la Segunda Dinastía Sho de Ryukyu.

La primera orden de prohibición de armas fue dictada por su hijo, el rey Sho Shin en 1490, como una de las medidas que tomó encaminadas a mantener un sólido gobierno. Se almacenaron las armas recogidas a la población y sobre todo a los aji, siendo el desarme de estos últimos el principal objetivo de esta medida. A estos jefes locales se les obligó además a residir en Shuri, la nueva capital. El ejército del reino era así la única fuerza militar armada efectiva en la isla, manteniéndose para el control de revueltas internas propiciadas por los aji y para la protección de las islas del archipiélago contra los waku, piratas provenientes del sur de Japón.

Tal como apunta K. Tokitsu es erróneo atribuir el nacimiento del Karate a una revuelta popular contra el poder de Sho Shin, ya que las actuaciones de este rey no hicieron mas que dar estabilidad a la vida cotidiana, no teniendo una gran repercusión entre el pueblo llano.

La conexión de esta prohibición con el desarrollo de la lucha sin armas no está pues en una necesidad de autodefensa ante un supuestamente opresivo gobierno de Ryukyu, ni a una supuesta ocupación militar china que, de nuevo refiriéndome a los viejos libros, era frecuentemente citada de manera errónea, pues Okinawa tenía una relación formal de vasallaje con China desde 1372, que fue buscada por los mismos gobernantes debido a los beneficios que esta suponía para el desarrollo del comercio, la técnica y la cultura en la isla, además protegía al pequeño reino, al menos políticamente, ante otras potencias. Esta situación de estado tributario nunca supuso una ocupación militar significativa.

Parece que hay acuerdo en que entre los miembros de la nobleza y la corte de Ryukyu, se incrementó el interés por la lucha sin armas, ante la falta de ellas, intensificando su practica en secreto. En la tradición militar china, la lucha a manos desnudas estaba encaminada al aprendizaje más eficaz de las armas, por lo que es normal que estos sistemas se independizaran y se desarrollaran cuando la necesidad o la posibilidad del enfrentamiento armado fue menor, pasando del ámbito guerrero al de la defensa personal. Y decimos que esta practica se intensificó porque ya antes se realizaba entre los nobles, altos funcionarios y militares, que fueron los únicos que tuvieron acceso a los conocimientos tanto autóctonos como chinos de la lucha sin armas.

Estos conocimientos fueron adquiridos, salvo excepciones, a través de dos canales fundamentales que se mantuvieron e intensificaron en el tiempo:

El primero lo constituían los chinos establecidos desde 1392 en Kume, junto a la ciudad de Naha. Esta era una comunidad cerrada al exterior, compuesta por personas muy especializadas, que fueron enviadas desde el sur de China a Ryukyu con el objeto de elevar el nivel técnico en aspectos como la navegación, la agricultura, la administración, etc.

Dentro de ella se regían por sus propias costumbres y creencias. Solo los funcionarios del reino y la nobleza pudieron tener acceso a ella y conseguir la oportunidad de poder aprender técnicas de lucha en su seno.

El otro canal de entrada de sistemas de lucha china fue el de los funcionarios que eran enviados en misiones diplomáticas a China llegando incluso hasta la corte de Pekín y que en el dilatado tiempo de su viaje pudieron ser eventualmente instruidos.

Esta practica era conocida como bushin te o simplemente te.

Según K.Tokitsu no hay trazas, hasta la fecha de la existencia de un arte de combate particular en los siglos XV y XVI entre los campesinos, lo cual no descarta que existieran formas rudimentarias de defensa, muy alejadas de los sofisticados métodos chinos, o por parte de agricultores y pescadores se desarrollaran sistemas de autodefensa incorporando sus herramientas de trabajo (ryukyu kobudo) como apunta el maestro Higaonna.

En 1609 el clan Satsuma invade Ryukyu, la nobleza y por supuesto el pueblo llano, poseían pocas armas. Los japoneses además de un mayor y mejor equipado ejército, disponían de fusiles, lo que hizo que el castillo de Shuri fuese tomado en cuestión de un par de semanas. El clan Satsuma de Kyushu, pretendía utilizar el reino de Ryukyu como plataforma para un comercio indirecto con China, ya que este estaba prohibido por el gobierno central. Para ello tuvieron especial cuidado de mantener una sensación de que no se había producido ningún cambio político en Okinawa, manteniendo el status de reino vasallo de China, y leyes como la prohibición de la tenencia de armas, lo que respondía mas a mantener la legalidad vigente que a un peligro real de revueltas. Así pues, tras la ocupación militar del clan Satsuma, poco había cambiado la situación legal sobre las armas, pero se había anulado prácticamente el ejército real y eran mas escasas aún las armas que había en manos de los nativos.

Otras causas fueron las que propiciaron el desarrollo y difusión de la lucha sin armas. Entre ellas es destacable la perdida de privilegios de muchos estamentos de la nobleza y del funcionariado de Ryukyu, lo que hizo por un lado que los conocimientos de la lucha sin armas se convirtieran en una marca de su origen noble a pesar de tener que dedicarse a labores como la agricultura, la pesca, el artesanado o el comercio para subsistir, y que estos conocimientos pudieran empezar a difundirse entre el pueblo llano de las aldeas donde residían las familias de esta aristocracia venida a menos. Esto también dio un impulso a las “armas” del Kobudo como única posibilidad de vencer en fortuitos encuentros con los samuráis ocupantes.

Han llegado a nosotros algunos relatos teñidos de leyenda sobre combates individuales, cuyos protagonistas eran expertos luchadores nativos. Estos encuentros singulares debieron ser el caso más habitual, reforzando el carácter de defensa personal que tuvo el Karate desde sus orígenes. A pesar de que podía preparar en muchos aspectos a sus adeptos para la guerra, no nacería con una vocación guerrera.

Es una lastima que a través de un conocimiento algo mas profundo y completo de la Historia se diluyan románticas imágenes de batallas desiguales entre samuráis y expertos combatientes okinawenses luchando por su libertad, pero de esta forma podremos fundamentar de manera mas sólida la comprensión de nuestra práctica.

AAS

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