GEISHA (historia)
Las
geishas 芸者 se originaron como
profesionales del entretenimiento; originalmente eran hombres y mujeres.
Mientras las cortesanas profesionales brindaban entretenimiento sexual, las
geishas usaban sus habilidades en distintas artes japonesas, música, baile, y
narración. Las geishas de ciudad (machi)
trabajaban independientemente en fiestas fuera de los "barrios de
placer", mientras que las de barrio (kuruwa)
lo hacían dentro de éstos. Al declinar el nivel artístico de las cortesanas,
las geishas, hombres y mujeres, tuvieron mayor demanda. Los geisha masculinos
(algunas veces conocidos como hōkan)
comenzaron a declinar, y para 1800 las geishas femeninas (conocidas
originalmente como onna geisha,
literalmente geisha mujer) los superaron en número de tres a uno, y el término
"geisha" comenzó a usarse para referirse a las mujeres con
habilidades para el entretenimiento, como hoy en día.
Tradicionalmente,
las geishas comenzaban su entrenamiento a una corta edad. Algunas jóvenes eran
vendidas a las casas de geishas en su niñez, y comenzaban su entrenamiento en
varias artes tradicionales casi inmediatamente.
Durante su niñez, las
geishas a veces trabajaban como criadas o asistentes de las más experimentadas,
y luego como aprendices de geisha (maiko) durante su entrenamiento. Esta
tradición de entrenamiento existe en otras disciplinas de Japón, el estudiante
deja su hogar, comienza a hacer trabajos en casa de sus maestros y asistirlos,
para eventualmente y con el paso del tiempo convertirse en uno.
Las
geishas modernas aún viven en tradicionales casas de geisha llamadas okiya en áreas denominadas hanamachi (花街
"pueblos de flores") durante su aprendizaje, pero muchas geishas
experimentadas eligen vivir en sus propios apartamentos. La elegante y alta
cultura en la que viven las geishas se llama karyūkai
(花柳界 "el mundo de las flores y sauces").
Las
jóvenes con aspiraciones a geisha comienzan su entrenamiento después de
completar los primeros años de secundaria o incluso en secundaria o estudios
superiores. Las geishas aún estudian instrumentos tradicionales como el
shamisen , shakuhachi (尺八) (flauta de bambú), y
tambores, al igual que canciones tradicionales, baile japonés clásico,
ceremonia del té, ikebana (arreglos florales), literatura y poesía. Mirando a
otras geishas, y con la ayuda de las dueñas de las casas de geishas, las
aprendices se vuelven habilidosas en la compleja tradición de elegir y usar
kimono, y en el tratar con los clientes. Kioto mantiene fuerte la tradición de
las geishas, y dos de los más prestigiosos y tradicionales distritos de
geishas, Gion y Pontochō, están en esa ciudad. Las geishas de estos distritos
son conocidas como geiko.
Los hanamachi de
Tokio, Shimbashi, Asakusa y Kagurazaka son también bastante conocidos.
En
el Japón moderno, las geishas y maiko son bastante inusuales. En los años 1920
había alrededor de 80.000 geishas en Japón, pero hoy en día solo hay
aproximadamente 1.000. De todas maneras, en el distrito Gion de Kioto, los
visitantes pueden observar algunas maiko por las calles yendo o regresando de
una cita. Una lenta economía, pocos intereses en las artes tradicionales, la inescrutable
naturaleza del mundo de las flores y sauces, y el costo de este servicio han
contribuido en que la tradición decline.
Las
geishas son contratadas para asistir a fiestas y encuentros, tradicionalmente
en casas de té o tradicionales restaurantes japoneses (riotei). Su tiempo es
medido según lo que se demora un palo de incienso en consumirse, y es llamado
senkodai ("palo de incienso tarifario") o gyokudai ("joya
tarifaria"). Otro término para trazar la tarifa es "ohana", o
flores tarifarias. El cliente hace el convenio a través del sindicato de
geishas (検番 kenban),
que mantiene el horario de cada geisha y hace sus citas de entretenimiento o
entrenamiento.
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