CEREMONIA DEL TÉ
(estilo Sōan).
"Sōan"
significa "cabaña de pasto" y se refiere a características
típicas encontradas en muchas de las casas de té. Fue influenciado por el
estilo Shoin.
El
sistema constructivo de la casa utiliza paredes y columnas de bambú,
recubiertas con barro y techos de paja de arroz.
Delante
de las ventanas, se hallan unas pantallas suspendidas de paja trenzada, las
cuales son un artificio climático, ya que protegen de la incidencia del sol en
días calurosos, pero sin impedir el paso de la brisa, y pueden ser retiradas en
invierno.
En su interior, el espacio
fluye entre los diferentes ambientes con armonía y flexibilidad.
Las finas pantallas
corredizas (shoji), que son una retícula de madera que enmarcan papel de
arroz), las terrazas, las generosas ventanas y la simpleza y liviandad de los
materiales ayudan a establecer un vínculo muy estrecho entre el espacio
interior y el ambiente exterior. De hecho, el exterior es utilizado como un
"cuadro vivo" ya que la ventana enmarca la vista al ubicarse a una
altura y posición determinada.
La iluminación, tenue pero
focalizada contribuye a realzar la atmósfera de meditación propia del recinto.
Al interior de la casa, nos recibe un ambiente semi público de piso de piedra,
donde los visitantes esperan su turno para participar en la ceremonia. Como
muchas de las artes japonesas, el chadō es un arte participativo y se
lleva a cabo en un ambiente especial. Tras deslizarse una mampara, una
graciosa maiko o aprendiz de geisha nos
invita a pasar al salón de té, donde hay una hornacina (tokonoma). Normalmente
las salas de té son de piso de tatami o esteras de paja finamente trenzada,
pero también pueden ser de piedra. En él se encuentran dispuestos los
utensilios para la ceremonia.
En una esquina (Tamae de
datami), se lleva a cabo la preparacion del té.
Las visitas nos ubicamos en
un área opuesta (Kyaku datami). Mientras la maiko lleva a cabo la
preparación del té, una asistente nos entrega un dulce japonés llamado
warabimochi, de consistencia pastosa, apariencia suave pero sabor agradable,
hecha de arroz y legumbres. Posteriormente se nos sirve un té verdoso, espeso y
algo amargo (ocha), en un pote circular finamente trabajado en laca (chawan).
El chawan es entregado girando aproximadamente 180 grados en 3 pequeños
movimientos, con objeto de admirarlo y darlo a admirar. Luego de una respetuosa
venia, el huésped gira el pote en sentido inverso y procede a ingerir la
infusión. Los chawan serán recogidos previas otras respetuosas
reverencias.
A un occidental, le
sobrecoge la solemnidad, elegancia y maestría con la que ésta se lleva a cabo.
Transmite paz, sosiego y al mismo tiempo admiración por la exquisitez, fina
estética y armonía en la delicada coreografía que conlleva su preparación y
ejecución.
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