Más allá de su ejecución técnica, el trazo tanto en SHODO como en la pintura, ha sido objeto durante la historia de una larga reflexión filosófica. La pincelada significa el quebrantamiento del vacío que representa el papel. Cada trazo es la proyección del mundo interior del artista, y por eso se lo considera el nexo de unión entre el espíritu del hombre y del universo. Las nociones de forma, contraste y proporción pierden relevancia a favor de alguna consideración metafísica sobre la relación entre la tinta, la pincelada y el papel.
AL PRINCIPIO NO HABIA NORMAS, LA SUPREMA SIMPLICIDAD NO HABIA SIDO DIVIDIDA. AL DIVIDIR LA SUPREMA SIMPLICISDAD NACIO LA NORMA. ¿EN QUE SE FUNDAMENTA ESTA NORMA?. EN LA PINCELADA UNICA. LA PINCELADA UNICA ES EL ORIGEN DE LAS COSAS, DE TODOS LOS FENOMENOS,… LA BASE DE LA PINCELADA UNICA RESIDE EN LA AUSENCIA DE NORMAS.
SHI TAO
A través del pincel (añade Shi Tao), el hombre participa de la creación del universo. Habitualmente, la vinculación entre la tinta y el pincel en el SHO DO y la pintura se interpreta en términos yin y yang, los dos principios complementarios que participan de todos los procesos del universo.
El pincel es el elemento activo, yang, mientras que la tinta es el elemento pasivo, yin. El shodoka es el encargado de alcanzar el equilibrio entre estos dos elementos, quien guía el pincel en su búsqueda de la tinta.
EL SHO DO ES UNA COMBINACIÓN DEL VACÍO BLANCO PAPEL Y LA NEGRA PLENITUD DE LA TINTA
A diferencia de las concepciones estéticas clásicas del arte desarrollado en occidente, según las cuales un pincel tiene que llenar un vacío, el SHO DO pretende mas bien destacar el vacío a través del trazo del pincel. El vacío acostumbra a ser el elemento mas deseado, y en la pintura incluso se convierte en el centro, entre grandes montañas de tinta negra que configuran el paisaje.
El SHO DO no solo es considerado la culminación de las artes, al menos desde un punto de vista teórico, sino que además a menudo se funde con las otras artes especialmente la pintura y la poesía (Haikus). Es difícil encontrar una pintura sin que el SHO DO no forme parte de ella, y es muy corriente que en la misma no solo aparezca el nombre del autor sino un poema que ha inspirado al autor y que ahora forma un todo conjunto poesía, pintura y SHO DO, hasta tal punto que la fusión en algunos casos es tal que no se aprecia con claridad si alguno de los trazos son pintura o formas parte de la caligrafía.
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