martes, 27 de marzo de 2012

012 ZEN


"La vida se delinea en un lienzo llamado tiempo; y el tiempo jamás se repite: una vez que se fue, se fue para siempre y lo mismo ocurre con un acto; una vez realizado nunca se deshace. La vida es una pintura sumi-e que debemos ejecutar de una vez y para siempre, sin vacilación, sin intelección, sin que sea permisible ni posible la corrección. La vida no se parece a una pintura al oleo, que puede borrarse y realizarse una y otra vez hasta que el artista quede satisfecho. Con la pintura sumi-e, cualquier pincelada efectuada por segunda vez tiene como resultado una mancha; la vida la abandono. Todas las correcciones se ponen en evidencia al secarse la tinta. Lo mismo ocurre con la vida. jamas podremos retractarnos de los actos que cometimos una vez; no, lo experimentado por la conciencia no puede ser borrado jamás. Por lo tanto el Zen debe ser captado cuando la cosa sucede, ni antes ni después. es un acto de un solo instante. Este caracter elusivo, irrepetible e inatrapable de la vida es delineado graficamente por los maestros Zen que lo comparan con un relampago o chispa producido por el roce de dos piedras"


Daisetz Teitaro Suzuki



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