KARATE DO TRADICIONAL
(una sencilla descripción)
El
Karate-do, no es un deporte, es un sistema de defensa personal creado en la
isla de Okinawa (Japón) basado en la transmisión hasta el presente, de la
experiencia y conocimientos de maestros expertos no solo en las técnicas de
lucha, sino también en las del mantenimiento de la salud, el fortalecimiento
del cuerpo y su armonización con la mente.
Al menos
en nuestra sociedad actual, tener un enfrentamiento físico, puede ser mas o
menos probable, pero nuestra salud debe ser conservada toda la vida.
La
practica del Karate-do, observando los principios de la Medicina Oriental,
respeta las capacidades de cada cual, según su estado físico, edad y sexo,
conservándolas o mejorándolas según el caso. Paralelamente se aprende un
sistema muy completo de defensa personal, pero además se considera que es
importante transmitir a sus practicantes, y especialmente siendo niños, valores
como la auto superación, el valor del esfuerzo, el compañerismo, el respeto y
la humildad.
¿Cómo se
consiguen estos ambiciosos objetivos? A través de la correcta postura, la
correcta respiración, la correcta concentración y el correcto comportamiento.
Una sesión
de Karate-do tradicional se desarrolla normalmente de la siguiente manera:
Primero
unos instantes de meditación, de desconexión con el exterior, de concentración
de nuestra mente dispersa y del restablecimiento de la respiración adecuada.
A
continuación unos ejercicios de acondicionamiento nos preparan para que
nuestras articulaciones, músculos y tendones funcionen correctamente y nuestra
postura sea la adecuada. También para que nuestros sistemas nervioso,
circulatorio y energético aumenten sus niveles de disponibilidad.
Seguimos
con la práctica de la técnica. El aprendizaje y la repetición, en solitario o
por compañeros, ejercitan nuestra mente y nuestro cuerpo y nos dan las bases
para solventar diferentes situaciones de manera espontánea según las
posibilidades de cada cual.
Al final,
la vuelta a la calma a través de estiramientos e incluso la aplicación de
presiones sobre puntos acupunturales, devuelve nuestros sistemas a la
normalidad y desbloquea nuestro cuerpo.
Durante
toda la sesión el sensei (maestro) cuida de la correcta posición de los alumnos
y del correcto aprendizaje de las técnicas. Los alumnos mantendrán la
concentración justa y la respiración adecuada, así como un comportamiento
educado y respetuoso según las reglas de etiqueta del Karate-do.
El Karate
tradicional no es un sistema hecho para ganar, sino para no perder, no para
atacar, sino para defender, no para matar sino para vivir. Es una forma de vida
que busca nuestra verdadera esencia en el trabajo constante, no en éxitos
puntuales y pasajeros, y nos transforma en personas seguras, positivas y respetuosas. El karate así entendido es una actividad que
nos acompañará toda nuestra vida.
AAS
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